Itongadol/AJN.- El primer ministro, Binyamin Netanyahu, y el ministro de Educación, Naftali Bennett, se reunieron anoche para discutir la evacuación del asentamiento Amona, que fuera declarado ilegal por la Corte Suprema de Justicia. Los funcionarios no lograron llegar a un acuerdo y decidieron continuar el diálogo, a fin de evitar una crisis en el gobierno.
El primer ministro Netanyahu y el ministro de Educación y titular del partido Habait Haiehudi, Naftali Bennett, se reunieron anoche y discutieron durante varias horas la Ley de Regulación, por la cual impondrían a los palestinos en cuyas tierras se construyeron asentamientos la aceptación de una compensación económica a cambio de no evacuar las viviendas. El proyecto de ley será sometido a votación del pleno de la Knesset – el Parlamento de Israel – mañana, aunque sólo en primera lectura.
El primer ministro no permitió la participación en la reunión del legislador Betzalel Smotrich – también de Habait Haiehudi – y lo expulsó de la sala, debido a un reportaje concedido al diario Haaretz en el que Smotrich lo criticó abiertamente.
La reunión se llevó a cabo después de que el ministro Bennett anunciara que, contrariamente a la información que circulaba en los medios – no hay acuerdo para presentar el proyecto de ley en la Knesset sin el inciso sobre el asentamiento Amona. El viernes por la noche, Canal 2 había informado que en el gobierno se había alcanzado un acuerdo para presentar la ley sin la disposición retroactiva referente a Amona, lo cual permitiría que la bancada del partido Kulanu- que se opone a este inciso – votara a favor de la ley y diera así la mayoría.
El miércoles pasado, la coalición de gobierno retiró el proyecto de ley del orden del día de la Knesset, debido a que el titular de Kulanu, Moshe Kahlon, anunció que votaría en contra debido a que no está de acuerdo con la resolución referente a Amona, incluida en el inciso 7.
Netanyahu y Bennett no logaron llegar anoche a ningún acuerdo y decidieron que continuarán dialogando, para tratar de encontrar una solución que impida una crisis interna en el gobierno, antes del lunes, cuando teóricamente debería someterse a votación la Ley de Regulación.