Itongadol.- La distribución de ayuda humanitaria en Gaza volvió a quedar marcada por incidentes mortales este miércoles, cuando autoridades sanitarias locales informaron que unas 25 personas murieron al acercarse a un centro gestionado por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), respaldada por Estados Unidos e Israel.
El ejército israelí afirmó que sus tropas realizaron disparos de advertencia durante la noche contra palestinos que “se acercaron a fuerzas militares y representaban una amenaza” en el área del corredor de Netzarim, en el centro de la Franja. No está claro si este incidente corresponde a las muertes reportadas por los hospitales Shifa y Al-Quds, cifras que no pudieron ser verificadas de forma independiente.
GHF enfrenta incidentes fatales desde que comenzó a operar el 27 de mayo, con reportes de al menos 20 muertos también el martes en un episodio similar. Israel sostiene que las zonas cercanas a sus fuerzas son “áreas de combate activo” y había advertido previamente que las rutas hacia los centros de distribución estarían cerradas al público entre las 18 y las 6 horas.
Las críticas contra la fundación aumentan. Varias agencias humanitarias, la ONU y gobiernos extranjeros han advertido que el esquema implementado no solo es insuficiente para atender la emergencia humanitaria, sino que además expone a los civiles a situaciones de peligro. La ONU insiste en que no ha podido distribuir buena parte de su ayuda debido a restricciones impuestas por el ejército israelí y por la inseguridad en las rutas designadas.
Por su parte, GHF respondió que trabaja en coordinación con Israel para garantizar rutas seguras, pero reconoció que la magnitud de la crisis supera su capacidad actual: “La solución es más ayuda, lo que creará más certeza y menos urgencia entre la población”, señaló en un comunicado. “Hoy no hay suficiente comida para todos los que la necesitan en Gaza. Nuestro foco es llegar a la mayor cantidad posible de personas de forma segura en un entorno extremadamente volátil”.
El mismo miércoles, la fundación informó que logró distribuir 34.000 cajas con alimentos, equivalentes a unos 2,5 millones de comidas, su cifra más alta en un solo día desde el inicio de operaciones. Sin embargo, buena parte de los productos son secos y requieren cocción o equipamiento comunitario, algo escaso en Gaza tras meses de guerra.
Las escenas de caos se repitieron en varios puntos. Imágenes filmadas por contratistas de seguridad mostraron a multitudes derribando cercas en un sitio de distribución. Críticos señalan que el diseño de estos operativos no contempla adecuadamente el nivel de desesperación en el terreno.
Israel y Estados Unidos defienden el mecanismo como necesario para evitar que la ayuda termine en manos de Hamás. No obstante, organizaciones internacionales advierten que el sistema le permite a Israel controlar quién recibe asistencia y dónde, mientras fuerza desplazamientos de la población hacia áreas específicas.
El cruce de Kerem Shalom sigue siendo el principal punto de entrada de la ayuda humanitaria. El martes, 108 camiones con alimentos ingresaron por allí, según el Ministerio de Defensa israelí. Desde que se reanudaron los envíos el 19 de mayo, tras una suspensión de más de dos meses, unos 1.459 camiones han cruzado. Muchos de esos cargamentos, sin embargo, aún permanecen sin recoger del lado gazatí.
Mientras el operativo se sostiene bajo fuerte presión internacional, los incidentes fatales aumentan las dudas sobre su viabilidad en medio de un conflicto que no da señales de tregua.