Itongadol.- Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) ordenaron una investigación criminal sobre los soldados que mataron por error a un palestino convertido al judaísmo este jueves por la mañana cerca de Elazar, en el bloque de Etzion, Cisjordania.
La víctima de 63 años, de quien los soldados sospechaban que era un riesgo para la seguridad, era conocido como David Ben Avraham por los judíos que lo conocían, siendo su nombre original Saamach Zeitoun.
Al parecer fue convertido por rabinos en Bnai Brak y había sido detenido, golpeado y maltratado por la Autoridad Palestina (AP) tras su conversión.
Según un comunicado de las IDF, los soldados dispararon a Zeitoun cuando su conducta levantó sospechas.
Sin embargo, los informes indican que no hizo nada sospechoso en particular y que los soldados israelíes se alertaron simplemente por el hecho de que se bajó del colectivo en un lugar cercano a donde vivían judíos y donde los palestinos no solían hacerlo.
A continuación, al parecer revisaron sus pertenencias y encontraron un cuchillo de cocina en su bolso, tras lo cual le dispararon.
Hasta el momento no había indicios de que intentara atacarlos ni de que tuviera el cuchillo en la mano, ya que le habían requisado el cuchillo y el bolso.
A la espera de la versión de los soldados de las IDF, los informes iniciales podrían hacerlos penalmente responsables tanto de realizar un registro injustificado como de disparar a una persona que objetivamente no representaba un peligro inmediato.
Incluso si Ben Avraham hubiera sido un terrorista, la ley no permite el uso de la fuerza letal cuando una simple detención es fácilmente posible.
Ahora que Ben Avraham está muerto, no se le puede preguntar por qué llevaba un cuchillo de cocina en el bolso, algo que no es necesariamente un delito y, desde luego, no es un delito capital.
El incidente se suma a una serie de homicidios erróneos, tanto de judíos-israelíes como de árabes-israelíes, que tuvieron lugar desde el 7 de octubre y en los que, hasta la fecha, la fiscalía y los tribunales fueron extremadamente indulgentes con los asesinos.