Itongadol.- El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, emitió este martes una declaración dirigida al pueblo iraní en la que aseguró que un hipotético tercer ataque de Teherán contra el Estado judío ‘‘simplemente paralizaría la economía de Irán’’.
Netanyahu afirmó que de concretarse ‘‘les robaría muchos más miles de millones de dólares’’, tras detallar que el ataque con misiles balísticos de octubre costó a la República Islámica 2.300 millones de dólares.
‘‘¿Pero qué daño [le] hizo (a Irán)? Esa suma podría haber añadido miles de millones a su presupuesto de transporte, miles de millones a su presupuesto de educación’’, agregó, haciendo hincapié en que la vida de los iraníes se transformaría si el régimen gastara dinero en educación, infraestructuras y salud en lugar de en guerras con Jerusalem.
Con respecto a las consecuencias de ese ataque, el primer ministro remarcó que solamente ‘‘causó un daño marginal a Israel’’.
‘‘Sé que no quieren esta guerra. Yo tampoco quiero esta guerra, el pueblo de Israel no quiere esta guerra. Hay una fuerza que pone a su familia en grave peligro: los tiranos de Teherán’’, aseveró.
Además, el premier israelí señaló que mientras el régimen de la República Islámica se debilita, el Estado judío se fortalece, destacando: ‘‘El mundo no vio más que una fracción de nuestro poder’’.
‘‘Sin embargo, hay una cosa a la que el régimen de Khamenei teme más que a Israel. ¿Saben qué es? A ustedes, al pueblo de Irán. Por eso dedican tanto tiempo y dinero a intentar aplastar sus esperanzas y frenar sus sueños’’, añadió Netanyahu.
Mirando a un futuro en el que haya paz entre ambos países, concluyó: ‘‘No pierdan la esperanza. Saben que Israel y otros en el mundo libre están con ustedes’’.
La declaración puede interpretarse como una amenaza de que si ataca de nuevo, Jerusalem tratará de causar un daño económico significativo al país persa.
Irán, por su parte, amenazó con atacar nuevamente al Estado judío, luego de que Israel tomara represalias el mes pasado con un ataque aéreo contra baterías de defensa antiaérea iraníes y emplazamientos militares que protegían instalaciones energéticas cruciales.