Itongadol.- El ministro del Interior del Líbano, Bassam Mawlawi, pidió este miércoles a las fuerzas de seguridad que investiguen las amenazas de muerte contra la Embajada de Arabia Saudita en Beirut, después de que el embajador saudí en el Líbano,Walid bin Abdullah Bukhari, compartiera en su cuenta de Twitter una grabación con dichas amenazas.
Mawlawi expresó que su orden se basaba en su «preocupación por el interés y la seguridad del Líbano y las buenas relaciones con los países hermanos, especialmente el Reino de Arabia Saudita», señaló el ministerio en un comunicado.
Walid bin Abdullah Bukhari compartió anteriormente un tuit de una cuenta pro-saudí que contenía una grabación de, según el Ministerio del Interior libanés, un ciudadano saudí que vive en los suburbios del sur de Beirut, un bastión de Hezbollah respaldado por Irán.
El comunicado del Ministerio del Interior dice que es «buscado por las autoridades saudíes por delitos terroristas».
El presidente de Líbano, Michel Aoun, se reúne con el embajador saudí en Líbano, Walid bin Abdullah Bukhari, en el palacio presidencial de Baabda, Líbano, el 23 de marzo de 2021 (crédito: DALATI NOHRA/HANDOUT VIA REUTERS)
El sospechoso dijo que si le pasa algo a algún miembro de su familia, «ningún empleado de la embajada saudí quedará vivo… Aniquilaré a todos los de la embajada saudí, a todos los que estén relacionados con la embajada saudí».
Algunos funcionarios libaneses intentaron en el último tiempo mejorar los lazos con el Reino de Arabia Saudita, antaño uno de los principales donantes, tras años de declive por la creciente influencia en Líbano de Hezbollah, un grupo clasificado tanto por Riad como por Estados Unidos como grupo terrorista.
Las relaciones llegaron a un punto bajo el año pasado, cuando Arabia Saudita prohibió la importación de productos libaneses por motivos de contrabando de drogas y luego retiró a su embajador tras los comentarios críticos de un ministro pro-Hezbollah.
El embajador regresó a principios de este año, y desde entonces Arabia Saudita prometió un apoyo financiero limitado al sector sanitario libanés, junto con Francia, que encabezó los esfuerzos internacionales para que los saudíes vuelvan a comprometerse con el Líbano.