Itongadol.- Irán ya ha declarado públicamente que ha reanudado la explotación de Karaj tras el ataque de junio contra la instalación, que Irán ha atribuido, y el Jerusalem Post ha validado, al Mossad.
Irán no permitió el acceso a los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), para sustituir las cámaras de seguridad que habían sido destruidas, dañadas o apagadas. Teherán afirma que la medida se debe a «cuestiones de seguridad» y a la recopilación de pruebas relacionadas con el sabotaje de junio
Según Laurence Norman, el corresponsal del Wall Street Journal en Bruselas, Irán ha incumplido un acuerdo reciente con el OIEA que permitía el acceso a su instalación nuclear de Karaj. Norman aseguró que el OIEA pronto confirmaría la última obstrucción de la República Islámica en el actual enfrentamiento nuclear.
A mediados de septiembre, el director general del OIEA, Rafael Grossi, anunció que había llegado a un acuerdo con el nuevo gobierno iraní, elegido a mediados de junio, que podría romper el estancamiento que había llevado a Teherán a bloquear las inspecciones del organismo desde finales de mayo.
Una de las principales revelaciones que surgieron tras el anuncio del acuerdo fue que varias cámaras de vigilancia del OIEA habían sido destruidas, dañadas o apagadas. Sin embargo, Grossi dijo que había recibido garantías de Irán de que concedería acceso casi inmediatamente para arreglar y restaurar de otro modo la vigilancia de las cámaras.
Basándose en este último acuerdo, hubo una repentina ola de optimismo entre EE.UU. y Occidente de que los ayatolás, podrían haber llegado a la conclusión de que habían llevado su postura obstruccionista y su estrategia de aumento de las violaciones del acuerdo nuclear del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) de 2015, hasta donde podían llegar.
Sin embargo, el informe del domingo podría indicar que habrá múltiples trabas adicionales antes de que se restablezcan las negociaciones serias para poner fin a las violaciones de la República Islámica o que no hubo ningún acuerdo real, sino sólo un movimiento táctico de Teherán para retrasar que Occidente tome medidas enérgicas.
El también predijo que Irán alegará cuestiones de seguridad y la necesidad de seguir recogiendo pruebas forenses como base para retrasar el acceso. Por otro lado, Irán ya ha declarado públicamente que ha reanudado la explotación de Karaj tras el ataque de junio contra la instalación, que Irán ha atribuido, y el Jerusalem Post ha validado, al Mossad.
Si Teherán estaba operando Karaj incluso después del ataque, sus últimas defensas para impedir el acceso del OIEA podrían quedar expuestas como artificiosas.