Las conversaciones entre Irán y el organismo de control nuclear de la ONU han sido positivas y productivas, dice el jefe nuclear de Irán, Mohammad Eslami, en una conferencia de prensa conjunta con el jefe de la OIEA, Rafael Grossi, en la ciudad iraní de Isfahán.
Grossi voló a Irán el lunes con la esperanza de reforzar la supervisión por parte de la Agencia Internacional de Energía Atómica de las actividades atómicas de Teherán después de varios reveses, pero analistas y diplomáticos dicen que tiene una influencia limitada y debe tener cuidado con las promesas vacías.
En 2023, Teherán dio amplias garantías al organismo de control nuclear de la ONU de que ayudaría en una investigación estancada durante mucho tiempo sobre las partículas de uranio encontradas en sitios no declarados y reinstalaría el equipo de monitoreo retirado. Pero poco resultó de esas garantías, según muestran los informes de la OIEA a los estados miembros.
«Continuamos las interacciones sobre cuestiones no resueltas, incluidas cuestiones relativas a dos sitios», dice Eslami en la conferencia de prensa televisada.
Irán está enriqueciendo uranio hasta un 60% de pureza, cerca del 90% de calidad para armas. Si ese material se enriquecera aún más, sería suficiente para fabricar dos armas nucleares, según un criterio oficial de la OIEA.
Irán niega que busque armas nucleares, pero ningún otro Estado se ha enriquecido a ese nivel sin producirlas.