Itongadol.- El diario The Washington Post informó en las últimas horas que Hezbollah se ve obligado a recortar de modo drástico sus gastos debido a las sanciones de Estados Unidos contra Irán, que perjudicaron en forma directa a la organización chií libanesa.
El informe cita activistas y miembros de la organización. Uno de ellos, un empleado de Hezbollah en una de sus unidades administrativas, los combatientes son obligados a tomar vacaciones o son transferidos a las fuerzas de reserva, donde los salarios son más bajos, si es que se les paga. Muchos de ellos están siendo devueltos desde Siria, donde han acumulado una experiencia de combate significativa en los últimos años junto con Bashar Assad y bajo las órdenes de Irán.
Otro funcionario de Hezbollah dijo al periódico que varios programas en el canal Al-Manar de la organización fueron cancelados y sus trabajadores despedidos. Además, fueron cancelados programas de asistencia social a través de los cuales Hezbollah estableció su apoyo a la comunidad chiíta pobre en el Líbano, incluidos el suministro gratuito de medicamentos y alimentos para combatientes, activistas y sus familias.
Expertos consultados por el periódico señalaron que las sanciones impuestas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump a Irán después de su salida del acuerdo nuclear son mucho más duras que las que llevaron a Teherán a negociar con Obama. Fuentes de la Administración Trump indicaron que se estima que Irán ha sufrido perjuicios por un valor cercano a los 10 billones de dólares desde noviembre pasado, cuando se impusieron sanciones a su sector petrolero. El golpe económico está dificultando la vida a los ciudadanos comunes, así como al gobierno, que tiene problemas para financiar sus presupuestos.
Otra fuente de Hezbollah dijo que los miembros de la organización y sus combatientes reciben el salario completo, pero otros beneficios adicionales fueron cancelados. Al mismo tiempo destacaron que las familias de los muertos en los combates en Siria e Israel continúan recibiendo todos los subsidios, que se consideran fundamentales para que la organización pueda mantener la lealtad, su capacidad de reclutar nuevos partidarios y combatientes y su fuerza.
De todos modos, uno de los funcionarios entrevistados por el Washington Post afirmó que los recortes «no afectaron la capacidad de resistencia de Hezbollah y su preparación para la guerra».
«Todavía estamos recibiendo armas de Irán, todavía estamos listos para enfrentar a Israel, nuestro papel en Irak y Siria todavía existe, no hay nadie en Hezbollah que se haya ido porque no recibió salarios y los servicios sociales no se detuvieron», dijo la fuente. También señaló que «las sanciones no durarán para siempre» y dijo que «también ganaremos esta guerra». Según el Washington Post, Hezbollah está planeando su estrategia a largo plazo, teniendo en cuenta que Trump puede permanecer en la Casa Blanca hasta 2024.