Itongadol.- Avital Dekel-Chen, la esposa del rehén liberado Sagui Dekel-Chen, dice en una trémula declaración en el Centro Médico Sheba que apenas puede creer que el amor de su vida, el padre de sus hijos, haya vuelto a casa con ellos.
«Está aquí, realmente aquí, de pie sobre sus piernas con una enorme sonrisa y felicidad en su corazón», dice Dekel-Chen.
Dekel-Chen cuenta que Sagui, con doble nacionalidad estadounidense e israelí, no supo lo que le había ocurrido a su familia el 7 de octubre hasta el día anterior a su liberación.
«Fue entonces cuando se enteró de que estábamos vivos», dice. «¿Cómo consiguió sobrevivir? Con amor».
Dekel-Chen dice que se sintió como si siguiera en la habitación sellada de su casa de Nir Oz durante todos estos meses, esperando a que Sagui viniera a rescatarla.
«Ayer, cuando por fin le vi, sentí que por fin podíamos salir de la habitación sellada como una familia, tres niñas, mamá y papá, para rehabilitarnos».
Dekel-Chen habla del miedo y el terror que experimentó el 7 de octubre de 2023, esperando en su habitación sellada del kibutz Nir Oz con sus dos hijas pequeñas, estando además en avanzado estado de gestación.
«Esperé durante horas a que volviera, a que nos sacara», cuenta. «Me vi subiendo sola a un autobús sin él, con nuestras dos niñas en este viaje que fue el más largo de mi vida».
Dekel-Chen cuenta que algunas personas le advirtieron sobre los posibles finales de su historia y otras le dijeron que el final acabaría siendo bueno.
«Y yo sabía que no importaba cuántos días pasaran, que Sagui volvería a casa», dice Dekel-Chen. «Me dije que si hay algo que puede superar esto, es el amor y la conexión que tenemos Sagui y yo».
Dekel-Chen habla de todos los demás padres con hijos pequeños que siguen retenidos como rehenes, y de todos los demás rehenes, a los que dice que hay que traer a casa. Habla del enorme dolor que siente por todos los amigos que ha perdido y por todos los soldados caídos en combate.
Cuenta que Sagui le dijo ayer que «es bonito que todo el mundo siga escribiendo» que él y los otros dos rehenes liberados el sábado fueron puestos en libertad tras 498 días. Pero en realidad, le dijo, «es más exacto decir que estuvimos allí más de 43 millones de segundos de infierno». No cuentan días ni horas, cuentan segundos».
«Y Sagui me pidió que dijera a toda la nación de Israel: ‘Muchas gracias’».
El padre de Sagui Dekel-Chen, Jonathan Dekel-Chen, también habla de la comunidad de origen de la familia, el kibutz Nir Oz, que fue destruido el 7 de octubre, y aún tiene 20 rehenes cautivos en Gaza.
«Todos estamos de acuerdo en que no es un acuerdo perfecto», afirma Dekel-Chen, natural de Estados Unidos y muy activo en la lucha por los rehenes y su hijo. «Pero si todos regresan a casa, podremos intentar sanar a todos».