Itongadol.- La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, critica la gestión israelí de la situación humanitaria en la Franja de Gaza y su intento de prohibir a la UNRWA operar en el Estado judío.
El domingo, las IDF declararon que sus tropas habían rodeado la ciudad gazatí de Jabaliya en una nueva operación terrestre dirigida contra los esfuerzos de Hamás por restablecerse en el norte de la Franja. Antes de la operación, las IDF emitieron una nueva serie de órdenes de evacuación de las ciudades de la zona y dijeron que estaban preparándose para ordenar la evacuación de todo el norte de Gaza, donde aún residen decenas de miles de palestinos.
«Estados Unidos está preocupado por la situación en el norte de Gaza, incluido el anuncio por Israel de una nueva orden de evacuación de varias comunidades. Nos preocupa especialmente que los civiles palestinos no tengan ningún lugar seguro al que ir», afirma Thomas-Greenfield durante una sesión del Consejo de Seguridad sobre Oriente Medio.
«Ya hay informes devastadores sobre las paupérrimas condiciones de la zona humanitaria del sur y el centro de Gaza, adonde han huido más de 1,5 millones de civiles desplazados. Estas condiciones catastróficas se predijeron hace meses y, sin embargo, aún no se han abordado. Esto debe cambiar, y ahora. Pedimos a Israel que tome medidas urgentes para hacerlo, y reitero la expectativa de Estados Unidos de que se permita a los civiles palestinos, incluidos los evacuados del norte, regresar a sus comunidades y reconstruirlas», añade el enviado estadounidense.
«También nos preocupan las recientes acciones del gobierno israelí para limitar la entrega de bienes en Gaza. Cuando se combinan con los nuevos límites burocráticos impuestos a los bienes humanitarios que llegan desde Jordania, y el cierre de la mayoría de los pasos fronterizos en las últimas semanas, estas restricciones sólo tendrían el efecto de intensificar el sufrimiento en Gaza», afirma Thomas-Greenfield.
En cuanto al reciente avance en la Knesset de la legislación que pretende ilegalizar las operaciones de la UNRWA en Israel y prohibir a las autoridades israelíes ponerse en contacto con funcionarios de la agencia de la ONU de ayuda a los palestinos, Thomas-Greenfielld dice que EE.UU. está «profundamente preocupado» por las propuestas.
Tomando nota de las acusaciones a las que se enfrenta la UNRWA, afirma que sólo «un pequeño porcentaje» de su personal tiene vínculos con grupos terroristas y participó en el ataque del 7 de octubre.
«Al mismo tiempo, sabemos que el personal de la ONU, incluido el de la UNRWA, es vital para la respuesta humanitaria en Gaza y se enfrenta a un tremendo peligro mientras realiza su trabajo», afirma la enviada estadounidense, que pide a Israel que proporcione más información sobre las acusaciones contra la UNRWA y que la agencia haga un mejor trabajo a la hora de abordar estas preocupaciones.