Itongadol.- Los familiares de las víctimas asesinadas en el kibutz (comuna agrícola) Be’eri durante la embestida terrorista de Hamás del 7 de octubre, se reunieron este martes con el comandante de la 99ª División de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), el general de brigada Barak Hiram.
Se trata del primer encuentro desde que las IDF publicaron los resultados de su investigación sobre los acontecimientos que se desarrollaron dentro del kibutz el día de la masacre.
La reunión, descrita por los asistentes como tensa y difícil, tuvo lugar en el interior de la casa parcialmente destruida de Pessi Cohen, residente en la comunidad asesinada.
La casa de Cohen fue bombardeada por tanques de las IDF el 7 de octubre, bajo las órdenes de Hiram, mientras las IDF luchaban contra terroristas de Hamás que habían tomado 15 rehenes y se habían atrincherado dentro.
Uno de los rehenes pudo salir de la casa antes del bombardeo y del tiroteo posterior, pero cuando se disipó el humo, 13 de los 14 rehenes habían muerto.

La investigación de las IDF declaró que muchos de los rehenes murieron aparentemente por disparos y concluyó que la decisión de Hiram de ordenar el bombardeo fue »profesional y razonable».
Sin embargo, los familiares de los civiles muertos dentro de la casa de Cohen, así como otros miembros del kibutz, expresaron su descontento por las decisiones tomadas por el jefe de la 99 División y lo acusaron de haber fallado a los cerca de 100 civiles muertos en Be’eri el 7 de octubre, cuando miles de terroristas dirigidos por Hamás invadieron el sur de Israel.
En una declaración difundida a la prensa tras el encuentro, Sharon Cohen, la nuera de Pessi, explicó que »fue una reunión compleja por varias razones. Escuchamos su versión, asumió la responsabilidad y dijo que el ejército había fracasado».
Además, Cohen agregó que las familias se habían enfrentado a Hiram por lo que creían que había sido su conducta inapropiada, y dijo que el oficial había »escuchado con el corazón abierto».
»Se disculpó por la gran pérdida que todos experimentamos dentro de la casa», dijo Sharon, y añadió que creía que sus disculpas eran sinceras y que comprendía los complicados sentimientos de las familias.

Cohen destacó que Hiram »entiende que las IDF fracasaron» y que les »prometió que haría todo lo posible para restablecer la confianza».
En cuanto a la orden de Hiram de que los tanques bombardearan la vivienda, Cohen mencionó que le había explicado que »el objetivo de disparar era presionar a los terroristas» y que creía que así se salvaría la vida de los que estaban dentro de la casa.
»Barak dijo que lo único que querían las IDF era salvar vidas… todo lo que hicieron fue intentar que los rehenes pudieran salir con vida de la casa, lo que, para nuestra desgracia, no acabó ocurriendo», concluyó Cohen.
Sin embargo, no todos compartían el punto de vista de Sharon y, durante la reunión, algunas de los familiares en duelo exigieron la renuncia de Hiram y especularon con la posibilidad de que siguiera intentando ser nombrado jefe de la División de Gaza de las IDF, un puesto para el que se lo había propuesto antes de la guerra.
Ron Shafroni, otro de los familiares, expresó tras la reunión: »Le pedí, como medida para fomentar la confianza, que no renunciara, sino que comprendiera la dificultad de ser responsable de la seguridad de los ciudadanos en una zona en la que los problemas siguen sin resolverse, y de ser responsable de la seguridad en una división operativa diferente».

»Hiram me dijo personalmente que había escuchado las críticas y se las había tomado en serio. Sin embargo, durante la conversación, insistió en que precisamente por ser el oficial al mando en Be’eri, estaba en la mejor posición para asumir el mando de la División Gaza», detalló Shafroni.
La reunión con entre los familiares e Hiram duró dos horas, durante las cuales los familiares de los fallecidos tuvieron la oportunidad de hacerle todas las preguntas que tuvieran para él y decir todo lo que pensaran, según una declaración publicada por el kibutz al finalizar el encuentro.