Itongadol.- (por Eran Lahav) Después de que en los últimos seis meses utilizara Irán a los hutíes, representante chií en Yemen, para imponer un bloqueo naval que sacude la economía mundial, ahora también apunta a amenazar en la zona de Somalia.
Según la Inteligencia de los Estados Unidos se mantienen conversaciones entre los hutíes de Yemen y la organización terrorista somalí, Shabab al-Mujahideen, afiliada a al-Qaeda.
Pese a las diferencias ideológicas, los hutíes y Shahab al-Mujahideen consideran cooperar a raíz de su oposición común contra Estados Unidos.
Esta posible alianza generar temor respecto a la escalada de tensiones en Somalia y el Mar Rojo. Un acuerdo entre las dos organizaciones dará a los hutíes una nueva fuente de ingresos y para Shahab al-Mujahideen le brindará acceso a armas avanzadas que podrá usar contra bases estadounidenses en Somalia, en especial y en África oriental en general.
Los hutíes podrían suministrar armas de precisión a Shahab, como drones y misiles, lo que supone una amenaza importante contra la estabilidad regional.
Además, Shahab podrá atacar directamente a las tropas norteamericanas apostadas en Somalia usando armas ya probadas por los hutíes en Yemen, también contra la presencia estadounidense en su territorio.
Antigua cooperación entre Irán y Al Qaeda
Si bien una alianza formal entre los hutíes y al-Shabaab puede ser un acuerdo nuevo, la cooperación entre Irán y al-Qaeda no lo es y tiene una larga historia, que se remonta a los días de Bin Laden en Sudán.
A pesar de esto, la actividad de los iraníes en Somalia fue pobre en comparación con otras regiones.
La razón de esto es que el gobierno somalí cerró los «grupos de ayuda» chiítas conectados con el régimen de Teherán.
Además, en Somalia hay muy pocos chiítas como para que Irán los utilice como lo hace con comunidades chiítas de todo el mundo.
No obstante, construye relaciones con al-Shahab. Años atrás se informó que Irán paga a grupos afiliados a al-Qaeda para atacar objetivos norteamericanos y contrabandeen armas a los hutíes.
La relación entre los hutíes chiítas y los suníes salafistas de al-Shabaab es preocupante, ya que Irán aboga por llevar a cabo ataques terroristas de mayor envergadura a través de sus organizaciones.
Así es como las milicias chiítas en Irak atacan a las tropas estadounidenses en Irak y Siria, y Hezbollah es utilizado por los iraníes como herramienta para llevar a cabo ataques terroristas y apoyar el terrorismo de Hamás contra Israel en lo que se conoce como la «guerra de múltiples frentes».
La unificación de los frentes con Israel es una idea iraní, que se puso en práctica tras el ataque terrorista de Hamás el 7 de octubre.
No obstante, los iraníes también operan sus emisarios como parte de su guerra contra los estadounidenses, que «interfieren» en su aplicación de la hegemonía regional.
De modo que la cooperación entre los hutíes y Al-Shabaab prepara también el terreno para ataques más intensos contra objetivos estadounidenses en Somalia y sus alrededores, mientras que Irán negará su responsabilidad y afirmará que son los hutíes quienes actúan por iniciativa propia.
Si el Gobierno estadounidense sigue la misma estrategia fallida en Somalia, que aplica en Yemen, toda la región quedará atrapada en otra guerra continua con los terroristas islamistas.
Además, tal escenario permitiría a Irán ampliar su control sobre el comercio internacional, mientras que el prestigio regional y global de Estados Unidos disminuiría.
Como resultado de esto, se podría provocar un golpe económico, los precios seguirán aumentando y los pagos de rescate alimentarán más terrorismo contra Estados Unidos, Israel y el mundo occidental.
Irán tiene éxito en sus esfuerzos por integrar a los islamistas suníes en su campo terrorista y poco a poco está construyendo también su presencia en África.