Itongadol.- Investigadores de la Universidad de Tel Aviv demostraron la eficacia de un tratamiento contra el cáncer que puede superar la resistencia tanto a la quimioterapia como a la inmunoterapia, según un estudio publicado a finales de enero en la revista Advanced Materials.
El estudio fue dirigido por el Vicepresidente de Investigación y Desarrollo de la TAU, el profesor Dan Peer, jefe del Laboratorio de Nanomedicina de Precisión de la Escuela Shmunis de Biomedicina e Investigación del Cáncer, así como por el Dr. Seok-Beom Yong, de Corea del Sur.
La quimioinmunoterapia, una combinación de quimioterapia e inmunoterapia, se considera el tratamiento estándar más avanzado para varios tipos de cáncer. «Se trata del primer caso en que un único fármaco basado en una nanopartícula cargada de ARN realiza dos trabajos muy diferentes, incluso opuestos», explicó el profesor Peer. «Se trata sólo de un estudio inicial, pero tiene un enorme potencial en la actual lucha contra el cáncer». Los dos tipos de tratamiento funcionan de forma concertada; la quimioterapia destruye las células cancerosas mientras que la inmunoterapia anima al propio sistema inmunitario del paciente a atacar también las células cancerosas.
Por desgracia, muchos pacientes responden mal a este tratamiento dual porque sus objetivos no son lo suficientemente específicos.
«Los tumores resistentes a la quimioterapia suponen un reto importante en nuestra interminable batalla contra el cáncer», afirma el profesor Peer. «Nuestro objetivo es silenciar la enzima HO1, que permite a los tumores desarrollar resistencia a la quimioterapia y ocultarse del sistema inmunitario. Pero los métodos existentes para silenciar la HO1 se asemejan a utilizar un avión de combate F-16 para hacer explotar una pequeña hormiga».
Este avance tiene su origen en otro descubrimiento reciente: Una enzima llamada HO1, que las células cancerosas utilizan tanto para ocultarse del sistema inmunitario como para resistir la quimioterapia. Como tal, neutralizar la HO1 en el tumor es una estrategia óptima en teoría, pero hasta ahora todos los intentos de llevar el concepto a la realidad han dado lugar a graves efectos secundarios para los pacientes.
El equipo de la TAU es el primero del mundo en demostrar la viabilidad de un sistema de administración de fármacos basado en nanopartículas lipídicas que se dirigen a células extremadamente específicas: células cancerosas para la quimioterapia y células inmunitarias para la inmunoterapia. El profesor Peer explicó que «nuestro nuevo nanofármaco sabe dirigirse con precisión a las células cancerosas, silenciar la enzima y exponer el tumor a la quimioterapia, sin causar ningún daño a las células sanas circundantes. Después, la misma nanopartícula se dirige a las células T del sistema inmunitario y las reprograma para que identifiquen las células cancerosas».
La financiación del estudio procede de una subvención del Consejo Europeo de Investigación (ERC) de la Unión Europea y de una beca de investigación del gobierno surcoreano.