Inicio ISRAEL “No comimos pan en Pésaj, intentamos ayunar en Yom Kippur”, cómo los ex rehenes se aferran a la fe

“No comimos pan en Pésaj, intentamos ayunar en Yom Kippur”, cómo los ex rehenes se aferran a la fe

Por IG
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Itongadol.- Después de 482 días de cautiverio en manos de Hamás, los rehenes israelíes Arbel Yehud, Gadi Moses y Agam Berger regresaron a casa este jueves, revelando detalles desgarradores de su terrible experiencia, incluyendo cómo se aferraron a su fe, negándose a comer pan en Pésaj e intentando ayunar en Yom Kippur, a pesar de la crueldad de sus captores.

Las operadoras de monitoreo de las FDI de Najal Oz, incluyendo a Agam Berger, hicieron un esfuerzo consciente para observar las tradiciones judías incluso mientras estaban detenidas en la clandestinidad y en apartamentos controlados por Hamás en Gaza, informó Ynet.

A pesar de las terribles condiciones, se negaron a comer jametz (pan leudado) en Pésaj e intentaron ayunar en Yom Kippur, una tarea difícil dada la severa desnutrición que sufrían.

Berger, la última operadora de las FDI en ser liberada, dijo que aferrarse a la fe le dio fuerza. Había permanecido en cautiverio sola durante una semana entera después de que sus compañeras Liri, Daniella, Naama y Karina fueran liberadas. Se sintió reconfortada al saber que habían sido liberadas y se aferró a la esperanza de que ella sería la siguiente.

482 días de aislamiento

Durante casi 16 meses, Arbel Yehud estuvo retenida en completo aislamiento, bajo tierra durante largos períodos. Sufría desnutrición severa, tenía muy poca comida y soportó un trato cruel por parte de sus captores.

Durante su cautiverio, a Yehud le informaron que su hermano, Dolev Yehud, había sido asesinado en el ataque del 7 de octubre en Nir Oz.

Sin embargo, ella seguía sin saber la magnitud de la masacre. «Estuve prácticamente sola», según dijo después de su liberación.

«Lo que vieron hoy -los hombres armados que me escoltaban- es sólo una fracción del horror», dijo sobre los miles de terroristas que la rodearon en Khan Yunis, mientras era trasladada a la Cruz Roja en su camino de regreso a Israel.

Gadi Moses: “Nunca me derrumbé, nunca lloré”

Gadi Moses, de 80 años, pasó su cautiverio pensando en el día en que volvería a casa para reconstruir su comunidad. “Nunca me derrumbé, nunca lloré, solo esperé el momento en que sería libre”, le dijo a su familia, según informó Kan News.

Moisés vio a sus familiares en la televisión, incluso en imágenes de Al Jazeera, pero no tuvo contacto con ellos. Al igual que Yehud, fue puesto a prueba física y mentalmente durante su cautiverio, pero se negó a perder la esperanza.

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