Itongadol.- En la reunión de hoy de la bancada parlamentaria del Likud, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, calificó de “escandalosa” la decisión del fiscal en jefe de la Corte Penal Internacional (CPI) de solicitar órdenes de arresto para él y el ministro de Defensa, Yoav Gallant.
“Esto no nos detendrá, ni a mí ni a nosotros”, dijo según el sitio de noticias Ynet.
El fiscal en jefe de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, anunció hoy que había solicitado órdenes de arresto a los jueces para Netanyahu y Gallant, junto con tres altos líderes de la organización terrorista palestina Hamas: Yahya Sinwar, Mohammed Deif e Ismail Haniyeh.
Se espera que Netanyahu emita una declaración oficial más tarde.
La decisión del fiscal es “una de las mayores desgracias morales de la historia de la humanidad”, dijo el ministro de Justicia, Yariv Levin.
“La decisión, cuyo propósito es un intento de negar al Estado de Israel el derecho de autodefensa, y la comparación entre los líderes de Israel y los numerosos asesinos al frente de Hamas son una expresión clara del antisemitismo moderno y del odio a los judíos, estén donde estén”, afirmó en un comunicado.
“El Estado de Israel seguirá librando una guerra justa de defensa contra el terrorismo, de la manera más moral y de acuerdo con el derecho internacional”, prometió Levin.
“Los ciudadanos de Israel, y muchos de nuestros amigos en todo el mundo, hoy respaldan firmemente al primer ministro, a los dirigentes del país, a las FDI y a las fuerzas de seguridad”, dijo.
En tanto, al abrir la primera sesión plenaria del verano boreal de la Knesset (Parlamento), el presidente Amir Ohana declaró que “la Corte Penal Internacional de La Haya ha demostrado al mundo que no es legítima”.
“No puedo abrir la reunión sin referirme a la escandalosa decisión del fiscal de la CPI que unió al Estado de Israel, cualquiera que fuera su liderazgo, con la organización terrorista asesina Hamas, que secuestró, torturó, quemó, masacró y asesinó a judíos por su judaísmo y a israelíes por su condición de tales”, dijo.
«Una institución que es incapaz de distinguir entre el agresor y el defensor, entre una democracia que respeta los derechos humanos y una organización terrorista dedicada a su destrucción en nombre de los valores del islam extremo y del fanatismo asesino, constituye un peligro para la humanidad», continuó Ohana.
La “decisión del fiscal Khan” niega a Israel su derecho a la defensa y “será recordada infamemente como el punto de inflexión en el que las instituciones jurídicas internacionales perdieron su brújula moral.”