AJN/Itongadol.- Se sospecha que dos granadas de mortero que Hezbollah disparó desde el Líbano hacia la zona de Metula la semana pasada contenían fósforo blanco, según informes de medios israelíes.
Los informes dicen que después de que los morteros cayeron, las explosiones provocaron un gran incendio e incluso devoraron parte de la carretera en la que impactaron.
Si esto fuera cierto, sería la primera vez que Hezbollah utiliza fósforo blanco.
Las municiones de fósforo blanco pueden emplearse legalmente en el campo de batalla con fines tales como producir cortinas de humo, generar iluminación, marcar objetivos o provocar el incendio de búnkeres y edificios.
Según el Protocolo III de la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales, el fósforo blanco está clasificado como arma incendiaria. Este protocolo prohíbe explícitamente el uso de armas incendiarias contra objetivos militares ubicados en zonas con población civil, como Metula, donde cayeron los morteros.
Hezbollah, que no ha ratificado el protocolo, y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han estado intercambiando disparos regularmente desde el estallido de la guerra.
La Unidad Portavoz de las FDI comunicó que aviones de la Fuerza Aérea de Israel atacaron una serie de objetivos militares de Hezbollah en la zona de Tiro y Al-Maghar, en territorio libanés.
Entre los objetivos alcanzados hay sitios militares en uso por la Unidad Aérea de Hezbollah. En uno de los puntos atacados se encuentra una pista de aterrizaje militar en la región montañosa de Qalaat Jabbour e infraestructuras que la organización utiliza contra Israel.
Además se comunicó que previamente dos aviones no tripulados cargados de explosivos de Hezbollah cayeron en zonas abiertas cerca de la comunidad de Kfar Blum, en el norte israelí.
No se registraron víctimas ni daños materiales.
Las FDI atacaron con fuego de artillería y proyectiles de mortero el sur del Líbano para frustrar ataques planeados por Hezbollah.
La pista de aterrizaje, revelada por el ministro de Defensa Yoav Gallant el año pasado, servía a la unidad aérea de Hezbollah. Israel acusó a Irán de construir la pista, que se cree que el grupo terrorista utiliza para lanzar aviones no tripulados.