Itongadol.- Después de dos años de cierre de los cielos debido a la pandemia de coronavirus, el turismo en Israel está disfrutando de una emocionante recuperación con miles de viajeros que se esperan este verano.
Sin embargo, el sector, destrozado por sucesivos cierres y restricciones, aún no se ha recuperado del todo.
“La actividad turística se ha recuperado fantásticamente, pero esta euforia se ha visto frustrada un poco por los precios muy altos y los problemas encontrados en el aeropuerto Ben Gurion”, dijo Joseph, director ejecutivo de la agencia Joseph Voyages, subrayando las dificultades que enfrenta la industria.
Durante varias semanas, se vieron escenas de caos en la puerta de entrada principal de Israel, debido a una gran escasez de personal, con alrededor de 1.400 posiciones actualmente sin personal.
Como resultado, el aeropuerto opera solo al 50 por ciento de su capacidad en la temporada de verano, lo que provoca retrasos y cancelaciones de vuelos, pérdidas de miles de maletas y colas interminables.
Sin embargo, los trastornos logísticos vividos al inicio del verano no han desanimado a los turistas, que ya pueden viajar libremente al país tras muchos meses de restricciones. Durante la pandemia, Israel adoptó una política de viaje muy estricta, cerrando las fronteras para los no israelíes, con raras excepciones.
«Se espera una gran cantidad de turistas franceses y estadounidenses este verano», dice Joseph.
Jonathan Nini, gerente del hotel Fabric en Tel Aviv, dijo que la transición entre la pandemia y la pospandemia ha sido «muy rápida».
«De repente, pasamos de una ocupación muy baja a muchos invitados», dijo. «Esperamos turistas franceses, estadounidenses, británicos, alemanes, italianos, pero también australianos y brasileños, que antes eran bastante raros, pero ahora vienen cada vez más», dijo Nini.
“Tenemos invitados que visitan Israel por primera vez, mientras que otros regresan después de un descanso de dos años. Algunos también se están reuniendo con sus familias después de meses de separación”, dijo.
Chloé, de 26 años, de París, volará a Israel en agosto para reunirse con su hermano que vive en Herzliya.
“Después de pasar los últimos dos años bajo restricciones, finalmente estoy regresando a Israel con mi familia. Será una oportunidad para ver a mi hermano, que hizo aliyá y a quien no hemos abrazado en mucho tiempo. Esta reunión», dijo.
Sin embargo, a pesar del entusiasmo por un regreso gradual a la normalidad, Joseph critica los precios excesivamente altos, especialmente en las habitaciones de hotel, que obligan a algunos veraneantes a elegir otros destinos.
“Los europeos no judíos, por ejemplo, optarán por países más baratos como Grecia”, dijo.