Itongadol.- La Policía Militar inició una investigación sobre el robo de una ametralladora pesada a las tropas durante un ejercicio en el sur de Israel la semana pasada, dijeron las Fuerzas de Defensa de Israel el domingo.
El IDF no dio más detalles sobre las circunstancias del robo, aunque muchos detalles fueron publicados por los medios de comunicación en lengua hebrea, cuyos corresponsales militares son regularmente informados extraoficialmente por oficiales del IDF.
Según los informes, un vehículo todoterreno entró en un campo de entrenamiento utilizado por las tropas de la brigada de infantería Givati de las IDF, y un sospechoso que iba en él arrebató la ametralladora FN MAG que estaba colocada junto a un vehículo blindado de transporte de tropas. Según los informes, el sospechoso o los sospechosos esperaron un rato y llevaron a cabo el robo mientras los soldados no prestaban atención.
Fuentes militares fueron citadas por el sitio de noticias Walla diciendo que el incidente fue una escalada de los frecuentes robos en las bases del ejército. «Robar munición y recoger balas de los campos de entrenamiento es algo habitual. ¿Robar armas? Se ha convertido en un fenómeno peligroso», afirmaron las fuentes anónimas.
Durante años, el ejército ha luchado contra los robos en sus bases, tanto por parte de soldados -que han robado de todo, desde balas y misiles hasta jeeps del ejército- como de bandas criminales.
En respuesta a una pregunta de The Times of Israel sobre los informes, el IDF respondió con un texto repetitivo: «Se abrió una investigación de la Policía Militar sobre el incidente y, una vez concluida, sus conclusiones se remitirán a la Fiscalía Militar para su examen».
A principios de este mes, dos sospechosos israelíes fueron detenidos por el robo de 26.000 balas de una base del ejército en el sur de Israel, y en diciembre, ocho sospechosos beduinos fueron detenidos por un robo similar de 30.000 balas de otra base del ejército en el sur.
Los funcionarios de seguridad temen que la munición y las armas robadas puedan utilizarse en atentados terroristas. El año pasado, se encontraron casi mil balas robadas del IDF en manos de pistoleros inspirados por el Estado Islámico que mataron a dos agentes de la Policía de Fronteras en un atentado terrorista en Hadera.