AJN/Itongadol.- El miércoles se presentaron los dos primeros votos de censura contra el nuevo gobierno del primer ministro Naftali Bennett.
El Likud escribió en su moción de censura que «el gobierno se formó con mentiras y engañando al público, y no tiene mandato del público». La moción fue presentada por el presidente de la facción del Likud, Miki Zohar, y será presentada el lunes por el legislador Ofir Akunis.
Una moción de censura separada, presentada por Shas y Judaísmo de la Torá Unido, se relaciona con asuntos de religión y Estado.
“Por primera vez en la historia de Israel, se fundó un gobierno que ve al judaísmo como un obstáculo, como un peso superfluo y redundante que necesita ser eliminado”, dijo.
Zohar anunció que no habría ningún emparejamiento de diputados de la coalición y de la oposición que permita a los diputados perder votos en la Knesset.
«Si nos tratan de manera irrespetuosa, los trataremos de manera irrespetuosa», dijo Zohar a los diputados de la coalición en una reunión del Comité de Acuerdos de la Knesset el miércoles.
La oposición tampoco ayudó a la coalición a aprobar la extensión de una ordenanza que impide la reunificación familiar de palestinos y árabes israelíes.
La coalición necesitaba diputados de la oposición de derecha porque Ra’am (Lista Árabe Unida) no apoya la ordenanza. Pero el Likud respondió que solo ayudaría si la coalición autorizaba puestos de avanzada a cambio.
El domingo, el líder del partido Yamina y flamante primer ministro israelí, Naftalí Bennett, comenzó su discurso ante el pleno de la Knesset (Parlamento) antes de la ceremonia de juramentación del nuevo gobierno agradeciendo al primer ministro Benjamín Netanyahu por sus años de servicio al Estado de Israel. Sin embargo, fue recibido con gritos de diferentes diputados de la derecha, incluidos sus antiguos aliados del Partido Religioso Sionista que se retiraron del recinto.
Los miembros del Likud, partido liderado por Netanyahu, interrumpieron a Bennett durante su discurso, negándose a permitirle dirigirse a la Knesset. «Sus abucheos son tan fuertes como su fracaso para gobernar Israel», les respondió el líder de Yamina.
Luego, continuó con su discurso: “Israel no es solo un Estado, es un sueño de generaciones de judíos. Estoy orgulloso de estar con gente con otras opiniones. Los judíos son personas con opiniones, como podemos ver ahora mismo. Pero hay momentos en los que las diferencias están fuera de control y amenazan todo lo que hemos construido».
Además, dijo que Israel enfrenta grandes desafíos respecto a Irán, las instituciones internacionales como las Naciones Unidas y la constante necesidad de combatir el terrorismo.
Nuevamente respondiendo a los continuos gritos en su contra, en donde le decían “mentiroso”, Bennett dijo: “Cuando escucho los abucheos no puedo evitar pensar que nuestros antepasados habrían soñado con tener un parlamento judío. Estoy orgulloso de esto y estoy abierto a las críticas”.
Asimismo, Bennett comparó la situación actual en la política israelí con las divisiones dentro del pueblo judío cuando el Primer y Segundo Templo fueron destruidos. Analizó que los líderes entonces no sabían cómo sentarse juntos y comprometerse y que eso es lo que está tratando de hacer el nuevo gobierno formado por él y Yair Lapid.
Por otra parte, aseguró: «Abriremos un nuevo capítulo entre el Estado y sus ciudadanos árabes. Doy el crédito al primer ministro Netanyahu, quien allanó el camino para esto en su serie de reuniones con Mansour Abbas».