Itongadol.- La emisora pública Kan informa que solo el 10-20 por ciento de los pacientes actuales con COVID-19 graves tienen la cepa Omicron del coronavirus, y la gran mayoría tiene la variante Delta menos infecciosa pero más grave.
El informe cita a expertos que estiman que incluso si Omicron resultara un 80% menos grave que Delta, se espera que los hospitales enfrenten una inmensa tensión.
Si es un 90% más leve, existe una buena posibilidad de poner fin al brote actual sin que los hospitales se vean afectados por restricciones adicionales para la población.
El medio también cita a asociados del primer ministro Naftali Bennett que dijeron que la cuarentena podría reducirse la próxima semana de los 10 días actuales a siete días. También se espera que cambien las reglas de cuarentena para aquellos considerados trabajadores esenciales.
Israel ha desempeñado un papel destacado en el estudio de los efectos de las vacunas contra el coronavirus, ya que fue el país que más rápidamente puso en marcha las inoculaciones de dos dosis a una amplia población hace un año y uno de los primeros en administrar terceras inyecciones como refuerzo. Ahora está administrando la cuarta dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech a personas mayores de 60 años, trabajadores sanitarios y pacientes inmunodeprimidos.
Una cuarta dosis de la vacuna quintuplica los anticuerpos una semana después de la administración de la inyección, dijo Naftali Bennett, citando los resultados preliminares de un estudio israelí.
«Una semana después de la cuarta dosis sabemos con un mayor grado de certeza que la cuarta dosis es segura», dijo Bennett en el Centro Médico Sheba, que está administrando segundas vacunas de refuerzo en medio de un aumento nacional de las infecciones por la variante Ómicron.