Itongadol.- Los cambios propuestos, acordados por los socios de la coalición, se centrarán especialmente en los israelíes que no califican en ninguna categoría de la Ley del Retorno.
Según la Oficina Central de Estadística, hay alrededor de medio millón de ciudadanos que no se definen como miembros de ninguna de las principales confesiones. Según la Oficina Central de Estadística, la mayor parte de esta población, que ha crecido en los últimos años, procede de inmigrantes llegados de las antiguas repúblicas soviéticas.
El nuevo gobierno israelí ha indicado que introduciría un cambio en la ley de 1950 para eliminar de las personas con derecho a la ciudadanía a los nietos de judíos.
La iniciativa ha sido criticada por muchos en Israel y por líderes judíos y sionistas de todo el mundo.
En una reciente carta enviada por los jefes de siete organizaciones judías y sionistas, los dirigentes advertían al Primer Ministro Benjamin Netanyahu de que cualquier cambio en la ley podría provocar una ruptura con la diáspora judía.
Según la CBS, la mayor parte de esta población, que ha crecido en los últimos años, procede de inmigrantes llegados de las antiguas repúblicas soviéticas.
Israel empezó a identificar a los «otros», que no califican en ninguna categoría de la Ley del Retorno, cristiana o musulmana, en 1995, que en aquel momento eran 85.000 personas. Ahora se cree que se han multiplicado por seis.
Muchos son hijos de inmigrantes e israelíes en todos los aspectos que estaban en el país legalmente y de acuerdo con la Ley del Retorno. Como tales, están sujetos a los derechos y deberes de todos los ciudadanos, incluido el servicio militar obligatorio.
Sin embargo, no son reconocidos como judíos según el estamento religioso y no pueden casarse, ya que en Israel no existe el matrimonio civil.
Tampoco pueden ser enterrados en cementerios judíos y quizá lo que más les ofende es que no se les considere parte del colectivo judío.
Los sucesivos gobiernos israelíes intentaron facilitar las conversiones de quienes deseaban ser judíos, pero esos esfuerzos apenas han dado resultado.
La actual coalición había decidido impedir más inmigrantes de este tipo, casados con judíos o pertenecientes a la tercera generación de familiares judíos, modificando la ley.
Pero a pesar de declarar que se crearía una comisión para presentar recomendaciones, todavía no se ha nombrado ninguna.