AJN/Itongadol.- El terrorista Mazen al-Qadi fue interrogado el martes por miembros de la Unidad Lahav 433 de la Policía de Israel antes de ser trasladado al régimen de aislamiento, según medios hebreos.
Al-Qadi fue identificado por los medios de comunicación israelíes el lunes como el recluso sospechoso de tener relaciones con cinco reclutas penitenciarias en la prisión de Ramon.
Qadi, de 43 años, es un terrorista de Fatah que cumple tres cadenas perpetuas más 20 años de prisión por su papel en ataques terroristas de 2002.
Qadi y otro terrorista llevaron a un hombre armado a los restaurantes Seafood Market y Mifgash Hasteak Tel Aviv.
En los ataques murieron tres personas y 15 resultaron heridas.
Cuando el arma del terrorista se atascó, recurrió a apuñalar a peatones.
Las cinco penitenciarias cumplen el servicio militar obligatorio y son sospechosas de haber mantenido relaciones íntimas con el preso de seguridad palestino; al menos una de ellas es sospechosa de actividad sexual consentida, según se informó el viernes.
El Tribunal de Magistrados de Petah Tikva había impuesto el secreto de sumario sobre muchos de los detalles del caso, como la ubicación de la prisión, el cual fue levantado ayer.
Según el sitio de noticias Ynet, que informó por primera vez del caso, a lo largo del año pasado el preso poseía un teléfono dentro de su celda que utilizaba para mantenerse en contacto con las guardias e intercambiar fotografías, según las primeras averiguaciones del Servicio de Prisiones de Israel (IPS). El informe no aclaró si el teléfono fue proporcionado por la penitenciaria.
El asunto fue denunciado al Departamento de Seguridad del IPS, que a su vez transmitió la información a la Policía. Según Ynet, los mandos de la prisión desconocían esa relación.
Una de las sospechosas fue interrogada por la policía el jueves y reveló que otras cuatro mantenían contactos con el preso. El jueves fue puesta en libertad bajo arresto domiciliario.
Se dice que las cinco sospechosas se acercan al final de su servicio obligatorio.
El entonces ministro de Defensa, Benny Gantz, ordenó una investigación tras graves acusaciones de que terroristas convictos habían agredido y violado a mujeres soldados que trabajaban como guardias de prisiones y de que algunos penitenciarios habían «prostituido» a reclutas para apaciguar a los reclusos.