AJN/Itongadol.- El gobernador del Banco de Israel, Prof. Amir Yaron, le advirtió al primer ministro, Benjamin Netanyahu, contra la planificada reforma judicial en una reunión entre los dos en la oficina del primer ministro el martes.
Según Walla, en la reunión el gobernador le advirtió a Netanyahu sobre un daño al puntaje crediticio de Israel como resultado de la reforma judicial.
«El mundo sigue con preocupación los acontecimientos, que pueden alejar a las empresas internacionales de invertir en el país», dijo.
Yaron se refirió a los desafíos que enfrenta la economía de Israel en su revisión, tanto a nivel local como desde una perspectiva internacional. También le aclaró al primer ministro los diversos temas que surgieron en el contexto israelí en las discusiones que tuvo con altos funcionarios de la economía global, así como con altos funcionarios de las empresas calificadoras en las últimas semanas.
Además, presentó una estrategia elaborada por el Banco de Israel que incluye recomendaciones de políticas económicas en una variedad de dominios.
La reunión se llevó a cabo cuando los ex gobernadores del Banco de Israel Karnit Flug y Yaakov Frankel emitieron advertencias similares contra las reformas judiciales.
Yaron le había advertido previamente a Netanyahu sobre los posibles riesgos económicos en relación con algunos de los acuerdos y compromisos de la coalición y alentó al nuevo gobierno a actuar con cuidado y responsabilidad.
Más temprano, Netanyahu y el ministro de Finanzas acordaron los detalles del presupuesto estatal 2023/24, que incluye la adaptación a la política monetaria del Banco de Israel para estabilizar la economía israelí durante los próximos cuatro años.
Asimismo, el presidente Isaac Herzog advirtió hoy que Israel está en camino de desgarrarse en medio de la planeada reorganización del sistema judicial por parte del gobierno y la creciente oposición pública.
Además, Herzog instó a los líderes del país a evitar la confrontación y en su lugar entablar un diálogo paciente y un debate constructivo.
«Los fundamentos democráticos de Israel, incluidos el sistema judicial y los derechos humanos y las libertades, son sagrados, y debemos protegerlos, así como los valores expresados en la Declaración de Independencia», aseguró Herzog en la conferencia sobre educación Ashmoret, celebrada en Tel Aviv.
«La reforma drástica, cuando se hace rápidamente, sin negociación, despierta oposición y profundas preocupaciones en el público», agregó.
«Veo a los bandos preparados y listos en todo el frente para una confrontación total sobre el carácter del Estado de Israel y me preocupa que estemos al borde de una lucha interna que podría consumirnos a todos», señaló Herzog.
El Presidente les reclamó a los dirigentes israelíes que «muestren responsabilidad y se tomen el tiempo necesario para este debate crítico».
«La ausencia de diálogo nos está desgarrando por dentro y se los digo alto y claro: este polvorín está a punto de explotar. Esto es una emergencia», expresó Herzog.
También está realizando esfuerzos de mediación, reuniéndose con la presidenta del Tribunal Supremo, Esther Hayut, el líder de la oposición, Yair Lapid, y el ministro de Justicia, Yariv Levin.
Sin embargo, Herzog aclaró que sus esfuerzos pueden fracasar.
A pesar de las intensas críticas, el Canal 12 comunicó el lunes que el ministro Levin está decidido a llevar a cabo sus reformas originales y no tiene intención de ceder. El informe decía que Levin estaba dando indicios de su voluntad de dialogar para calmar las aguas y ganar tiempo para preparar la legislación.
En su discurso, Herzog anunció su visión para el 80° aniversario del Estado de Israel en 2028 y pidió que la Residencia del Presidente sirva de «espacio protegido para gestionar las disputas y salvar las diferencias» en medio de la crisis.
También dio a conocer un proyecto de creación de un centro educativo para fomentar la coexistencia, así como un espacio para debates discretos sobre cuestiones fundamentales. No dio detalles sobre cómo se pondrá en marcha el programa, pero dijo que se tomarán medidas activas para intercambiar opiniones y tratar las disputas.