Itongadol.- El ex rehén israelí Eli Sharabi fue secuestrado por terroristas palestinos el 7 de octubre de 2023 de su casa en el kibutz Be’eri.
En cautiverio no tuvo acceso a las noticias y solo se enteró después de su liberación de que su esposa, Lianne, y sus dos hijas, Noiya y Yahel, así como su hermano, Yossi, fueron asesinados en ese ataque liderado por Hamás.
A pesar del dolor, dijo a Canal 12 que se siente afortunado de estar vivo y por el tiempo que pasó con ellas: «No estoy enojado. Tuve suerte de tener a Lianne durante 30 años. Tuve suerte de tener a esas maravillosas hijas durante años».
Sharabi dijo que se hizo especialmente cercano a Alon Ohel, de 24 años, mientras ellos y otros dos israelíes fueron retenidos en Gaza en condiciones de hacinamiento y dolor.
Video | Entrevista al ex rehén israelí Eli Sharabi: “Los dolores de hambre eran insoportables” #Israel #Hamas #Gaza #BringThemHomeNow
— Agencia AJN (@AgenciaAJN) February 28, 2025
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«Lo adopté desde el primer minuto. Juntos las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Sé todo sobre él y su familia.»
Sharabi, de 53 años, dijo que ambos pudieron sacar fuerzas el uno del otro, pero Ohel tomó muy mal cuando se enteró de que Sharabi y los otros dos, Or Levy y Eliya Cohen, serían liberados.
Sharabi dijo que cuando fue liberado con Levy, el 8 de febrero, Ohel lo agarró y se negó a soltarlo hasta que su guardia lo alejó. Hubo «momentos de histeria» y tardó unos 15 minutos en calmarlo.
«Fue un momento muy duro. Dijo que estaba feliz por mí. Le prometí que no lo dejaría allí. Lucharé por él.»
Cohen fue liberado dos semanas después.
Sharabi, que perdió más de 30 kilos durante su cautiverio, dijo que los terroristas mantuvieron a los cuatro rehenes encadenados y a veces los golpeaban o humillaban, y que subsistieron durante meses con un solo plato de pasta al día.
Dijo que los dolores de hambre eran insoportables y que lograr que sus captores les dieran un dátil seco o un pedacito de pan le parecía una victoria.
“Podías saber lo que pasaba en las noticias solo por su conducta (de los terroristas); por lo tanto, los comentarios [de los líderes israelíes] en los medios tienen mucho poder.”
“Ante cualquier comentario irresponsable, los primeros en recibir (su reacción) éramos nosotros”, continuó. Los captores “vienen a nosotros y nos dicen: ‘No les dan comida a nuestros prisioneros, ustedes no comerán’, ‘Están golpeando a nuestros prisioneros, nosotros los golpearemos’, ‘Ellos no se duchan, ustedes no se ducharán’. Así es todo el tiempo allí”.