Mario Leib, dueño de más de 15 locales gastronómicos y una fábrica de productos de confitería en Israel, dialogó con la Agencia AJN para analizar la situación de la economía en el Estado hebreo: “El nivel de desempleo es tan bajo que estamos buscando personal y no se consiguen trabajadores”. Además, describió la excelente situación del sector en la actualidad, gracias a la exitosa campaña de vacunación: “Hoy en día algunos restaurantes ya tienen sus mesas reservadas para los próximos dos meses”.
Agencia AJN.- El empresario gastronómico de origen argentino y presidente de la Organización Latinoamérica, España y Portugal en Israel (OLEI), Mario Leib, dialogó con la Agencia AJN sobre cómo vivió ese sector económico las duras cuarentenas en el Estado hebreo y destacó que la ayuda del gobierno “fue fundamental” para que los locales pudieran sobrevivir.
“Durante la segunda ola, el gobierno israelí liberó fondos para ayudar a las empresas. Éstas recibieron grandes cantidades de dinero para cubrir los gastos fijos. Y cuando se empezó a vacunar, la situación económica empezó a mejorar de una forma impresionante”, destacó Leib, quien también posee un restaurante de carne llamado “Meat food” y la pizzería “Pomodoro” en Jerusalem.
“Yo estoy en el rubro gastronómico, y mi familia también. Mi yerno tiene 9 cafeterías en instituciones, otro yerno tiene tres restaurantes y una panadería boutique. En Israel los comercios gastronómicos están considerados como de riesgo y por eso cerraron muchos restaurantes en Israel, que seguramente no van a volver a abrir. Pero pienso que esos locales no estaban bien ya antes de la pandemia. Eran lugares que luchaban desde antes para poder mantenerse. Ahora bien, los locales que estaban bien administrados y estaban funcionando, se adaptaron y empezaron a hacer takeaway y delivery. Y ellos se defendieron bastante bien. Así que los locales que estaban bien desde antes, hoy en día siguen con normalidad e incluso trabajan de manera impresionante. No se consiguen mesas en Jerusalem o Tel Aviv, e incluso algunos tienen las mesas ya reservadas para los próximos dos meses”, describió el dueño de nueve cafeterías «Milk» en Israel.

Leib es dueño de la pizzería “Pomodoro” en Jerusalem
Respecto a cómo lograron sobrevivir a los cierres impuestos por la pandemia, Leib consideró “fundamental” la ayuda estatal. “Los que cerraron por completo, demostrando cuánto bajaron sus ventas, pudieron recibir una ayuda económica e impositiva. Los impuestos municipales tuvieron un descuento del 75 por ciento y si se atrasaban en el pago, no tenían problemas. Incluso las deudas de la luz las podían pagar en cuotas”, detalló Leib, dueño también del bar italiano “Cicchetti” en Tel Aviv y de “Bistro Michael” en la colonia Liman.
“No sé si en todos los países se recibe la ayuda que recibieron acá los negocios. Acá la gente puede quejarse, pero se recibió mucha ayuda”, respaldó.
“Las cafeterías que trabajan en universidades se cerraron completamente y recibieron sumas importantes de ayuda del gobierno, que sirvió para pagar todo lo que estaba chequeado de antemano para la compra de mercadería. Cuando se pudo abrir un poco, se empezó a recibir menos ayuda, pero se compensaba con las nuevas ventas”, agregó Leib, quien posee además el restaurante “Gvenia” en Haifa y la panadería boutique “Lejem tene” en Gesher Haziv.
En cuanto a la situación del desempleo, una de las principales problemáticas que dejó la pandemia en todo el mundo, resaltó: “Nosotros en Israel estamos buscando personal y no se consiguen empleados. Tanto los hoteles como restaurantes no pueden abrir porque no tiene personal. Hoy en día muchos están cómodos por la ayuda que brinda el gobierno y prefieren con eso quedarse en su casa sin trabajar”.
“La ayuda se termina en junio. E incluso el gobierno está considerando agregar un plus para las personas que vuelvan a trabajar. Por ejemplo, si ganan 4.000 shekels (moneda israelí), el gobierno sumaría un plus de 1.000 para incentivar el trabajo. Los desempleados alcanzan unas 450.000 personas (7 por ciento aproximadamente), cuando en los primeros meses estaba en 1.000.000. Pero se están necesitando más de 400.000 empleados en todos los rubros, y no se consiguen. Por lo cual, el desempleo es inexistente. Muchos hoteles han tenido que contratar personal proveniente de Jordania, porque no conseguían trabajadores aquí”, añadió Leib, que trabaja en el rubro gastronómico desde 1974.
Respecto a la situación macroeconómica de Israel, Leib, quien también es dueño de la fábrica de productos de confitería «La Riviera», recordó que “el país antes de la pandemia estaba de manera extraordinaria. No se conseguía una pieza en un hotel, no había lugar en los restaurantes, había turismo por todos lados y micros que no tenían lugar para estacionar por la cantidad de contingentes que llegaban”.

Leib es dueño también del bar italiano “Cicchetti” en Tel Aviv
“El país estaba con reservas muy grandes. El dólar está a 3,30. Es decir que bajó, porque había llegado a 4,80 hace dos años. Y el gobierno no sabe cómo subirlo. Compran millones de dólares todos los meses para poder subirlo. El gobierno tiene reservas por 136.000 millones. En estos meses se vendieron empresas de HiTech incluso más que en la época pre-pandemia. La bolsa siguió subiendo”, subrayó, destacando la fortaleza de la economía israelí.
La polémica por el pago pendiente a Pfizer
En cuanto a la polémica de que Israel no esté pagando las vacunas de Pfizer, Leib destacó que es un tema “únicamente político, no económico”. “(El primer ministro Benjamín) Netanyahu decidió que iba a comprar 35 millones de vacunas para asegurarnos el año que viene, por si había que dar una tercera dosis. El problema es que (el ministro Benny) Gantz no quiere autorizar que se paguen las vacunas. Es un problema político”.
Además, Netanyahu y el ministro de Salud, Yuli Edelstein, anunciaron ayer la firma de un acuerdo con Pfizer para comprar millones de dosis adicionales de su vacuna contra el coronavirus para 2022.
Finalmente, respecto a la situación actual tras la exitosa campaña de vacunación, afirmó: “Hoy en día la gente está enloquecida. Sale a todos lados. La hotelería y los campings están repletos. Se abrieron todos los restaurantes. A partir de esta semana ya no es obligatorio el barbijo en las calles y ya no hay contagios en las comunidades más religiosas. Ya se superó todo, la gente se vacunó y vio los resultados. Hoy en día está todo libre, las escuelas están empezando a funcionar de forma normal y en los estadios ya puede haber hasta 5.000 personas, los teatros también están abiertos”.

Imagen del bar italiano “Cicchetti” en Tel Aviv
“Ahora ya tenemos más de 6 millones de personas vacunadas con la segunda dosis. En los últimos días se hicieron más de 60.000 test diarios y sólo se encontraron 200 personas infectadas. Y la gente que no está vacunada, para poder participar de cualquier tipo de actividad, debe realizarse un testeo. Actualmente, prácticamente ya se liberó todo. Se realizó la festividad de Pésaj (pascua judía) y no tuvo como resultado gente contagiada”, concluyó, dando un mensaje esperanzador para todo el mundo: el fin de la pandemia es posible.