Itongadol.- La empresa farmacéutica Pfizer anunció el jueves que ha comenzado a probar la vacuna COVID-19 que desarrolló con su socio alemán BioNTech en niños menores de 12 años. Los primeros voluntarios recibieron sus inyecciones iniciales el miércoles, según un portavoz de Pfizer, que dijo que las empresas esperaban obtener resultados a finales de este año.
El estudio incluirá inicialmente a 144 participantes de entre 6 meses y 11 años, con la vacuna de dos inyecciones administradas en dosis de diferente graduación. Está previsto ampliarlo posteriormente a 4.500 niños.
“Estamos orgullosos de iniciar este estudio tan necesario para los niños y las familias que esperan con impaciencia una posible opción vacunal”, escribió en Twitter el director general de Pfizer, Albert Bourla. “Tenemos que seguir reuniendo pruebas sobre la seguridad y la eficacia de las vacunas COVID-19 para poblaciones importantes, incluidos los niños”.
El lanzamiento de los ensayos se produce después de que Moderna iniciara un estudio similar la semana pasada.
La vacuna de Pfizer está actualmente autorizada para su uso en personas mayores de 16 años. La vacuna de Moderna, en cambio, está autorizada para cualquier persona mayor de 18 años.
Pfizer también inscribió recientemente a niños de entre 12 y 15 años para los ensayos clínicos y espera tener resultados dentro de unos meses para ese grupo de edad. Se espera que la farmacéutica pueda solicitar la autorización de emergencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU. para ese grupo en la primera mitad de 2021.
A principios de este mes, un alto funcionario de salud israelí dijo que no se habían observado efectos secundarios significativos entre 600 niños de entre 12 y 16 años en grupos de riesgo que recibieron la vacuna de Pfizer-BioNTech.
El Ministerio de Sanidad ha recomendado vacunar a algunos adolescentes de entre 12 y 15 años contra la COVID-19 si padecen condiciones subyacentes específicas que los ponen en mayor peligro.
La infección entre los niños y la reapertura de las escuelas fueron una preocupación central durante el brote de la tercera ola del virus en Israel. Los niños representaron una mayor proporción de infecciones que en los primeros momentos de la pandemia, posiblemente debido a las nuevas variantes del virus y al hecho de que un porcentaje significativo de adultos se ha vacunado.