Itongadol.- El gobierno de Israel dejó trascender hoy que en los próximos días se espera el arribo del primer envío de vacunas contra el coronavirus de la farmacéutica estadounidense Pfizer.
Fuentes del Ministerio de Salud indicaron que se espera que el primer envío incluya 110.000 dosis.
Israel ha comprado ocho millones de dosis de la vacuna Pfizer, suficiente para vacunar a cuatro millones de personas.
La semana pasada, el director general del Ministerio de Salud, Chezy Levy, dijo durante una reunión por video con los administradores del hospital del país que podrían llegar unos cuatro millones de vacunas antes de fin de mes.
Según consignó el portal de noticias Ynet, el funcionario señaló que aunque podrían venir incluso antes de que sean aprobados por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos, nadie será inoculado antes de la aprobación.
El panel asesor de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. tiene previsto revisar la vacuna Pfizer el 10 de diciembre.
“Me alegró saber que se espera que las primeras dosis de la vacuna lleguen a Israel en los próximos días”, escribió el presidente Reuven Rivlin en Twitter el lunes por la noche al escuchar la noticia. “Estoy listo, por supuesto”, agregó.
En tanto, The Times of Israel informó que los nuevos casos del coronavirus casi se han duplicado en dos semanas, según mostraron los datos del Ministerio de Salud.
Las cifras mostraron que el número promedio de casos nuevos diarios durante la última semana se incrementaron a 1.318 el lunes, frente a los 750 casos nuevos registrados el 22 de noviembre. Las cifras se basan en un promedio de siete días.
Ese datos es el más alto desde mediados de octubre, cuando Israel estaba emergiendo de la segunda ola de la pandemia, apuntó el Centro Nacional de Información y Conocimiento del Coronavirus en un informe el lunes.
También señaló el creciente número de pacientes hospitalizados en estado grave. El Ministerio de Salud informó que había 332 pacientes en estado grave el lunes por la noche, frente a los 260 de hace una semana. De ellos, 89 pacientes están conectados a ventiladores.
El número de muertos aumentó en siete desde el lunes por la mañana y llegó a 2.924.
El Ministerio dijo que el domingo se diagnosticaron 1.352 nuevos pacientes con COVID-19 y que el 3,2 por ciento de las 42.040 pruebas dieron positivo. La tasa de positividad tiende a ser más alta durante el fin de semana, cuando las pruebas se desploman. La tasa media de positividad en los últimos siete días ha sido del 2,6%, según el centro.
El número total de casos confirmados en el país desde que comenzó la pandemia es de 346.490, incluidos 13.393 casos activos.
El grupo de trabajo recomendó volver a imponer algunas restricciones que se han suavizado, “para detener el aumento de infecciones y evitar que el brote se salga de control”.
Las autoridades estiman que cada dos días sin que se vuelvan a imponer restricciones se requerirá un día de bloqueo total en la carretera.
El ministro de Salud, Yuli Edelstein, advirtió el domingo por la noche que el país estaba en peligro de entrar en un tercer bloqueo si no se toman medidas en unos días para frenar el brote.
La mayor parte de la economía se reabrió y el sistema escolar volvió a la asistencia total el domingo, más de tres meses después de que Israel entrara en su segundo bloqueo nacional para detener las tasas de morbilidad desbocadas en septiembre.
Una reunión del gabinete del coronavirus el domingo por la noche terminó sin decisiones importantes.
En un comunicado, los ministros dijeron que habían decidido extender por otras 48 horas un proyecto piloto que ha visto abiertos algunos centros comerciales, mercados y museos. El propuesta debía expirar el domingo a la medianoche.
Ash, el principal funcionario encargado de combatir el virus, presentó una proyección sombría durante la reunión y dijo que al ritmo actual, los nuevos casos diarios aumentarán de 1.500 a unos 7.400 en solo tres semanas. Eso significaría una ola de infección de similar gravedad a la segunda ola del país entre agosto y octubre.
Ash presentó dos alternativas, las cuales volverían a imponer significativamente las restricciones que se han levantado.
El primero cerraría todos los negocios que reciben clientes en persona, incluyendo tiendas callejeras, malls y mercados, así como escuelas en áreas de contagio medio y alto. El transporte público se reduciría en un 50%.
El segundo plan incluiría todo eso y también cerraría todas las escuelas en todo el país, junto con las restricciones de viaje.
Por lo pronto ya se analiza un toque de queda nocturno para la festividad de Jánuca, que se inicia el próximo miércoles a las noche.