Iton Gadol/Agencia AJN.- En su último día de cuarentena forzada, en la que tuvo que estar por haber compartido el avión con una enferma de coronavirus, el director internacional del Hospital Hadassah, Jorge Diener, israelí de origen argentino, mantuvo una entrevista con la Agencia AJN donde destacó el trabajo llevado a cabo para mejorar los protocolos y así salvar vidas.
Diener advirtió que recién “estamos en el comienzo de la lucha contra el coronavirus. Porque se calcula, según los especialistas mundiales, que entre un 60 y 70 por ciento de la población mundial se va a contagiar”.
Actualmente, en Israel hay 324 casos confirmados, de los cuales 12 se atienden en el Hospital Hadassah, uno de los centros médicos más importantes del mundo.
-¿Cómo está actuando Hadassah contra el avance del coronavirus?
-El rol que tiene Hadassah es el mismo rol histórico que tuvo siempre, que es ver cómo vamos a poder aprovechar el recurso humano más valioso que tiene Hadassah y que lo hace tan diferente a otras instituciones, que es el modelo de los médicos que ven pacientes y también investigan. Los médicos que están atendiendo y dirigiendo toda la operación de atender el coronavirus son investigadores de primera línea en el mundo en tema de epidemiología.
-¿Y la vacuna?
-La gente pregunta si en Hadassah se está haciendo una vacuna. Y yo con mucha sinceridad digo que en muchos lugares se están haciendo vacunas. Las vacunas para el coronavirus se van a encontrar, porque después de la aparición de todo nuevo virus, se puede encontrar una vacuna. Para este ciclo de epidemia, no va a haber vacuna, es para el próximo, cuando vuelva el mismo virus. Para ahora lo que hace falta es cómo mejoramos los tratamientos y los protocolos para tratar a la gente y salvar a la gente que tiene casos graves y agudos, para salvar más vidas. Lo que se ve en España, Italia y China son situaciones muy críticas, donde por un lado el sistema de salud colapsó por no tener suficiente infraestructura para poder atender a todos los pacientes en un mismo momento. Y por otro lado, donde los protocolos se van aprendiendo. Todos los virus son diferentes, y comparado con otras epidemias del siglo XX, que habían afectado a niños y embarazadas, este es el virus que va a matar a nuestros abuelitos. El 15 por ciento de los mayores de 80 años si se contagian, se mueren. Es uno de cada seis. Es estadístico y ya se sabe a esta altura del partido. Cualquier persona mayor de 80 años tiene que estar completamente aislada.
-¿Cómo es la organización dentro del Hospital?
-Nosotros tenemos un equipo que por un lado está teniendo pacientes y por el otro trabajando en laboratorios para poder aprender del virus y entender cómo poder combatirlo ahora. Esta no es una epidemia más del siglo XXI ni de las del siglo XX, esta es una epidemia como la 1918. Y así hay que entender las medidas que hay que tomar, tanto a nivel de la responsabilidad individual como colectiva para evitar la propagación de la enfermedad. Hadassah en esto tiene un rol muy importante para crear el modelo que permita que una vez que se encuentren ciertos protocolos y soluciones, podamos compartirlos con el mundo.
En la foto: De derecha a izquierda Sergio Solmensky, Galit Ronen, Jorge Diener y Hugo Magonza
-Un profesor del Hadassah viajó a Japón cuando empezó este problema…
-Eran épocas en las que todavía se podía viajar, fue hace poco más de un mes. El evento que empezó a crear conciencia del coronavirus fue el crucero de Japón donde había gente de todo el mundo y un grupo importante de israelíes. El médico de Hadassah atendió a los pacientes israelíes y colaboró con los médicos de Japón con la atención general. Cuando regresó tuvo que entrar en cuarentena por la posibilidad de que estuviera infectado. Uno de los grandes problemas que empieza a tener Israel y que hizo que subiera el número de enfermos identificados es que el personal médico se empezó a contagiar y el problema es que si uno se contagia, todo el resto del personal médico que trabajó con él tiene que entrar en cuarentena por dos semanas, porque se convierten en un arma de contagio. Con lo cual, hay hospitales de Tel Aviv donde departamentos enteros no relacionados con el coronavirus se tuvieron que cerrar completamente porque todo el personal médico entró en cuarentena. Entonces estamos hablando de un problema que afecta a personal médico que hoy en día son nuestros soldados oficiales de la guerra que estamos luchando.
-¿Todavía estamos en el comienzo de la lucha?
-Estamos en el comienzo. Porque se calcula, según los especialistas mundiales, que entre un 60 y 70 por ciento de la población mundial se va a contagiar. Entre el 96 y 98 por ciento de los que vamos a tener el virus, lo vamos a pasar como una gripe normal. El problema es que entre 1 y 4 por ciento van a ser muy graves. Y muchos no lo van a superar. En Israel estamos hablando del 70 por ciento de una población de 10 millones. Y la mayoría de esta gente ni se va a enterar que lo tuvo, si no tienen síntomas. Pero el problema es el contagio. En este momento hay que proteger a la gente que está en los grupos de riesgo, mayores de 70 años y personas con enfermedades crónicas. Y hay mucha gente a la que todavía le cuesta entender y siguen sin tomar todas las medidas individuales. Uno tiene que entender que es un arma de contagio para otros. Es un virus que no se ve.
-Hadassah trabaja en el presente y el futuro. ¿Cómo es ese trabajo?
-Hoy por hoy tenemos 12 pacientes de casos complicados, graves, que están en aislamiento, y ese número va a crecer muy rápido. Por eso estamos preparando otro piso más para poder atenderlos. Y la diferencia con el futuro es que va a haber una vacuna, pero esta vez no hay vacuna. Pero Hadassah no trabaja para el futuro, trabaja para el presente, para generar mejores tratamientos, terapias y protocolos para compartir con el mundo. Por ejemplo, en Argentina el proceso empezó más tarde y va a estar donde está ahora Israel dentro de un mes, nosotros vamos a poder desde Hadassah compartir ese conocimiento para que cuando se haga la atención en el resto del mundo, se puedan aplicar los tratamientos que se usaron en Hadassah.
-Hace poco tiempo firmaron un acuerdo con el Cemic de Argentina. ¿Están trabajando juntos también contra el coronavirus?
-Nosotros estamos en constante contacto con nuestros socios del Cemic. Estamos compartiendo información y los desafíos que tenemos en este momento para beneficiarnos de los dos lados. En Cemic están haciendo un trabajo excelente para preparar la estructura para esta situación. Esta situación es muy dinámica.