Itongadol.- El comité de la Knesset, parlamento israelí, dedicado a combatir el brote de coronavirus volvió hoy a expresar su desacuerdo con el primer ministro Benjamin Netanyahu sobre las últimas restricciones dispuestas por el gobierno para frenar el avance de la pandemia.
En tanto, los ministros se enfrentaron hoy durante la reunión de gabinete por las polémicas entregas a los israelíes para ayudar a hacer frente a la crisis económica causada por la pandemia, luego de que Netanyahu dijo que un equipo ministerial examinará la asignación de unos fondos por 6.000 millones de NIS (1750 millones de dólares).
La propuesta ha sido criticada rotundamente por funcionarios del Ministerio de Finanzas, los socios de la coalición del primer ministro y el público. La crítica se ha centrado principalmente en el llamado del plan para desembolsar dinero a todos los israelíes, independientemente de sus ingresos o si se vieron perjudicados económicamente por las restricciones impuestas por el gobierno para contener el virus.
A todo esto el Comité de Coronavirus de la Knesset se reunió hoy para debatir la validez de los bloqueos de fin de semana, así como el cierre renovado de gimnasios, restaurantes y playas.
Parlamentaria Yifat Shasha-Biton
Fuentes cercanas a Netanyahu dejaron trascender que tiene la intención de despedir a la jefa del comité, la parlamentaria Yifat Shasha-Biton, antes de que el comité tenga la oportunidad de votar mañana sobre las últimas medidas anunciadas por el gobierno.
Al comienzo de la reunión, Shasha-Biton dijo que “no está segura” de que las últimas restricciones impuestas por el gobierno el viernes sean “la solución correcta en este momento”.
En el marco del debate parlamentario por el rebrote del COVID-19, el Ministerio de Salud presentó al comité los últimos datos de coronavirus, que revelan que la mayoría de las infecciones(67%) ocurren en hogares privados de personas.
Casi el 10% de las infecciones ocurren en instalaciones educativas, el 5,6% en eventos, el 4,8% en instituciones religiosas y el 4% en bares, clubes nocturnos, fiestas y restaurantes, según precisó el portal de noticias Ynet.
El informe agregó que durante la semana pasada, 35 personas contrajeron COVID-19 en clubes y otros lugares de fiesta, 11 contrajeron la infección en bares y 10 en restaurantes y cafeterías. Otras 33 personas dijeron haber contraído el virus durante las actividades recreativas, pero no se pudieron confirmar las ubicaciones exactas.
A pesar de la insistencia del gobierno de cerrar gimnasios, piscinas y playas, el Ministerio de Salud dijo que no tenían datos confirmados sobre la cantidad de infecciones registradas en esos lugares. El ministerio agregó que aunque COVID-19 no se propaga a través del sudor, se puede contraer al exhalar excesivamente.
El gobierno espera la aprobación de bloqueos de fin de semana, cierre de restaurantes y cafeterías que se prevé que entren en vigencia el martes, mientras que los gimnasios han estado cerrados desde el viernes por la noche.
Justamente, en este contexto, el Director General Adjunto del Ministerio de Salud, profesor Itamar Grotto, indicó ante el comité de la Knesset: “Debo admitir que estoy preocupado por la situación: los hospitales están llenos de pacientes de coronarivus, tenemos más de 550 pacientes en las salas de coronavirus en diversas condiciones. Estamos presenciando una situación en la que el sistema de atención médica está al límite, y esta carga les está causando angustia”.
En este contexto, el funcionario anticipó que el número de pacientes críticos aumentará, e incluso hoy si cerramos la economía y nadie sale de casa, veremos la infección y la morbilidad mantendrá su tendencia.
Grotto insistió en la necesidad de reducir el número de personas infectadas para reabrir todas las actividades. “La posibilidad de que un paciente de coronavirus ingrese es diez veces mayor de lo que solía ser, y ahora los dueños del restaurante vienen y dicen que no lo explicamos”, dijo, según destacó el diario Maariv.
“Israel se encuentra entre los principales países del mundo en cuanto al número de pacientes verificados con coronavirus”, explicó el profesor. Según él, una persona puede crear una gran cadena de infección: en Raanana, todos los infectados de una fiesta de graduación, en Dimona, de una boda, etc. Desde la apertura de las instituciones educativas, ha habido un salto en el número de jóvenes infectados.
Se espera que el profesor Gabriel Barbash, ex director ejecutivo del Centro Médico Sourasky de Tel Aviv, sea nombrado comisionado para el manejo de la crisis del coronavirus, informaron los medios israelíes.
Más allá de la disputa política, la crisis por el COVID-19 volvió a sacar a los israelíes a la calle en reclamo por al situación social.
Las perspectivas del Ministerio de Finanzas para la economía son cada vez más sombrías, ya que el producto bruto interno podría contraerse un 5,9% este año o incluso un 7,2% en medio de nuevos cierres, según datos presentados por la economista jefe del ministerio, Shira Greenberg.
Originalmente, el ministerio había pronosticado una contracción del 5,4% en la economía este año debido a los cierres y medidas de distanciamiento social implementadas para mantener a raya la pandemia de coronavirus.
A principios de este mes, el Banco de Israel dijo que la economía de la nación este año se contraerá en un 6%. La OCDE calculó la contracción de la economía de Israel en 2020 en 6.2%, o 8.3% si hay una segunda ola del virus. Los expertos temen que el alto desempleo puede ser el mayor obstáculo en el camino de recuperación de Israel.
La tasa de desempleo, el fuerte aumento en los casos de COVID-19 y el retorno de algunas restricciones dispuestas por el gobierno llevó a que los israelíes vuelvan a las calles. La ira pública se ha visto agravada por la presunta corrupción imputada a Netanyahu.
En Jerusalem, 1.500 personas se reunieron frente a la residencia del primer ministro y luego marcharon por las calles, pidiendo la renuncia del Primer Ministro, mientras que en el parque Charles Clore de Tel Aviv, miles de personas se reunieron en un mitin junto a la playa, exigiendo una mejor ayuda estatal a las empresas afectadas por las restricciones del coronavirus y a las personas que perdieron sus empleos.