Itongadol/Agencia AJN.- Alrededor del 37% de los israelíes planean adquirir un pasaporte extranjero con la intención de emigrar, según un estudio del Instituto de Política del Pueblo Judío (JPPI, por sus siglas en inglés), publicado el miércoles.
Según el instituto, esta cifra alarmante subraya la crisis cada vez más profunda dentro de Israel y plantea dudas sobre la resiliencia de la nación.
En un año marcado por una importante agitación y polarización, debido a las reformas judiciales en Israel, así como turbulencias en áreas de religión y Estado, el informe de JPPI pinta un panorama preocupante de la sociedad israelí.
Si bien el estudio reconoce el notable progreso de Israel en su 75º año de independencia, incluidos logros económicos, militares y políticos, destaca la erosión del respeto mutuo entre israelíes de diferentes orígenes ideológicos.
Quizás lo más preocupante sea la dramática disminución de los niveles de comodidad de los israelíes viviendo en su propio país. Durante el año pasado, el porcentaje de quienes no se sienten cómodos aumentó del 20% al 32%, mientras que los que sí se sienten cómodos disminuyó del 76% al 65%. Incluso los partidarios de la derecha, tradicionalmente un grupo más cohesionado, han visto disminuir sus niveles de comodidad del 55% en febrero de 2023 al 43% en julio.
Estas tendencias llevaron a muchos israelíes a considerar la emigración como una posible solución a los desafíos que perciben en su tierra natal. Cerca del 40% de los israelíes están considerando adquirir un pasaporte extranjero y abandonar el país. Representan una porción significativa de la población y esta cifra es aún mayor entre los israelíes conservadores y las personas que poseen pasaportes extranjeros.
En una encuesta paralela realizada entre judíos estadounidenses sobre sus sentimientos hacia la crisis política y social en Israel, la respuesta dominante fue «ansiedad» sin importar con qué escala ideológica/política se identificaran. Entre los que se definieron como «muy liberales», el 19% dijo sentir disgusto, y entre los que se definieron como «de centro», el 21% expresó desconcierto. Entre los que se identificaron como conservadores y reformistas, el 24% expresó «enfado» hacia la actual crisis en Israel.