Itongadol.- El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, dijo que su partido Otzma Yehudit abandonará la coalición si el gobierno aprueba el acuerdo de alto el fuego con Hamás que fue anunciado ayer por los mediadores.
En una conferencia de prensa, Ben Gvir dijo que el acuerdo, que incluye la liberación de cientos de prisioneros de seguridad palestinos de Israel, permitirá la rehabilitación de los grupos terroristas en Gaza y traerá de vuelta la amenaza a los residentes en las zonas linderas.
También advirtió que el acuerdo no garantiza la inmediata liberación de todos los rehenes retenidos en Gaza, afirmando días atrás que «sella el destino del resto de los rehenes que no están incluidos en el acuerdo de muerte».
Si el gobierno vuelve a luchar contra Hamás después del alto el fuego, dijo Ben Gvir en la conferencia de prensa, su partido ofrecerá volver a unirse al gobierno.
Su declaración completa es la siguiente:
«El acuerdo que se está gestando es un acuerdo imprudente. Incluye la liberación de cientos de terroristas asesinos, el regreso de miles de terroristas al norte de la Franja de Gaza, una retirada del corredor Filadelfia y un cese de los combates, por lo que el acuerdo borrará efectivamente los logros de la guerra.
No solo eso, no conduce a la liberación de todos los rehenes, deja incierto el destino de los que no están incluidos en el acuerdo y conducirá al fin de la guerra cuando Hamás aún no ha sido derrotado, con una importante capacidad para rehabilitarse.
Cuando se ve el júbilo del partidario de Hamás Ayman Odeh, los bailes en Gaza, las celebraciones en las aldeas de Judea y Samaria, se comprende qué lado se rindió en este acuerdo.
Por lo tanto, si este acuerdo imprudente se aprueba y se implementa, el partido Otzma Yehudit no será parte del gobierno y se retirará.
Si la guerra contra Hamás se reanuda con la fuerza para decidir y realizar los objetivos no alcanzados, volveremos al gobierno.
También hago un llamamiento a los miembros del Partido Sionista Religioso, así como a los miembros ideológicos del Likud en la Knesset, para que actúen de forma similar y, junto con nosotros, impidan la aplicación del imprudente acuerdo de rendición.
También entre nosotros existe la disposición a pagar altos precios por la liberación de los rehenes. Estamos dispuestos a hacer cualquier cosa para lograr su liberación, siempre y cuando no incluya un precio mucho más alto. El acuerdo existente aumenta el apetito y la motivación de Hamás para llevar a cabo otra masacre del 7/10, sometiendo así a Israel una y otra vez, además de la cantidad de ataques terroristas que, D’s no lo quiera, derramarán mucha sangre judía.
Para liberar a los rehenes, la ayuda humanitaria enviada a Gaza debe detenerse por completo. No se trata de ‘controlar los mecanismos de ayuda’, ni de reducirlos, sino de detenerlos. Detener el paso de combustible, electricidad y agua.
Solo de esta manera Hamás liberará a nuestros rehenes sin poner en peligro la seguridad del Estado de Israel, junto con una poderosa represión militar. Solo así derrotaremos a esta organización terrorista asesina.
Por eso, incluso en este momento, sigo llamando al primer ministro a que recupere la cordura, evite este terrible acuerdo y tome las medidas que conducirán a la derrota de Hamás y la liberación de nuestros rehenes sin rendirnos.
Si no lo hace, cuando el gobierno y el gabinete tomen la decisión, como dije, Otzma Yehudit, liderada por mí, no derrocará a Netanyahu y no actuará junto con la izquierda y sus objetivos contra el gobierno, pero no lo podrá formar parte de un gobierno que apruebe un acuerdo que constituye un gran premio para Hamás y que podría acarrearnos el próximo desastre del 7 de Octubre, y se retirará.
Si la guerra contra Hamás se reanuda con la fuerza para decidir y realizar los objetivos no alcanzados de la guerra, volveremos al gobierno.»