Itongadol/Agencia AJN.- Los familiares de los soldados caídos se enfrentaron en el cementerio militar de Beersheba hoy, mientras las emociones estaban muy altas con la aparición del ministro de Seguridad Nacional de extrema derecha, Itamar Ben Gvir, en una ceremonia del Día de los Caídos.
Con las fricciones sociales inflamadas por el controvertido impulso del gobierno para rehacer el sistema judicial, algunos familiares de los soldados caídos habían instado a los miembros de la coalición gobernante a cancelar sus planes de participar en los eventos del Día de los Caídos. Varias familias en duelo habían pedido públicamente al controvertido político, que tiene un largo historial de acciones y comentarios extremistas, que se mantuviera alejado del evento de Beersheba, aunque Ben Gvir insistió en asistir.
Había una tensa calma en el cementerio antes de la llegada de Ben Gvir. El área que rodeaba el escenario principal había sido bloqueada, dejando algunas tumbas inaccesibles.
Debido a la visita de Ben Gvir y a las especulaciones de que el ministro del gobierno de línea dura sería interrumpido y enfrentaría protestas, hubo una presencia notable de las fuerzas de seguridad en el cementerio.
Ben Gvir fue subido y bajado del escenario a través de una entrada trasera, sin entrar en contacto con la multitud.
La policía y las fuerzas de seguridad cerraron la entrada principal de todos modos poco antes de que comenzara la ceremonia, y solo permitieron la entrada a las familias de los soldados caídos. También se levantaron barreras para separar el cementerio civil local del militar.
Minutos antes de que sonara la sirena de las 11.00, un hombre afligido gritó a las fuerzas de seguridad, luego de que aparentemente se le impidiera llegar a la tumba de su hermano.
Los oficiales militares se ofrecieron a escoltar al hombre hasta la tumba a través del área bloqueada cerca del escenario, pero él se negó.
Después de que sonó la sirena y cuando Ben Gvir comenzó a hablar, estallaron los gritos en el cementerio.
En reacción a un hombre afligido que le había gritado, el ministro dijo: “Es un patriota, se le permite gritar… inclino la cabeza”, antes de continuar su discurso con el telón de fondo de los continuos murmullos de la multitud.
Una mezcla de aplausos y gritos estalló al final de su discurso.
“Fuera de aquí, terrorista”, gritó un hombre.
“Te amamos, Ben Gvir”, dijo otro, mientras el ministro salía del cementerio.
Cuando las familias abandonaron el cementerio, comenzaron a surgir enfrentamientos afuera. Varias personas se gritaban unas a otras y algunas se peleaban físicamente.