Itongadol/AJN.- Después de aterrizar en Estados Unidos el lunes, el primer ministro Benjamín Netanyahu afirmó a las familias de los israelíes mantenidos como rehenes por Hamás que las condiciones para un acuerdo para su liberación “se estaban reuniendo, sin lugar a dudas”.
Al reunirse con ellos en la capital de Estados Unidos antes de un discurso ante una sesión conjunta del Congreso que tendrá lugar el miércoles, el primer ministro dio crédito a la intensa presión militar que Israel estaba ejerciendo sobre Hamás en la Franja de Gaza.
“Esta es una buena señal”, afirmó, “y la otra señal es que también estamos viendo que el espíritu del enemigo está empezando a quebrarse. Estamos viendo un cierto cambio y creo que este cambio seguirá haciéndose más grande”.
Sentado junto a su esposa Sara y el encargado de rehenes del gobierno Gal Hirsch, Netanyahu aseguró a las familias que si Israel se mantiene firme, “podemos llegar a un acuerdo”.
“Digo desde el principio que será un proceso; desafortunadamente, no será todo al mismo tiempo, habrá etapas”, continuó, “pero creo que podemos hacer avanzar un acuerdo y mantener los medios de presión que puedan lograr la liberación de los demás”. La referencia a varias etapas fue notable en medio de informes de que solo está interesado en adherirse a la primera etapa del acuerdo en discusión.
Netanyahu indicó que le gustaría tener más tiempo para presionar aún más a Hamás a fin de mejorar la posición negociadora de Israel, una postura que las familias de los rehenes dijeron repetidamente el lunes que no podían aceptar, especialmente dado que las autoridades israelíes confirmaron la muerte de dos cautivos más horas antes.
Netanyahu insistió en que estaba haciendo todo lo posible para llevar de vuelta a los rehenes y al mismo tiempo proteger la existencia misma de Israel. “En ningún caso estoy dispuesto a renunciar a la victoria sobre Hamás”, enfatizó. “Si cedemos, estaremos en peligro por todo el eje del mal de Irán”.
En la reunión participaron 23 familiares de rehenes, 12 de los cuales son parientes de rehenes que tienen doble ciudadanía israelí-estadounidense, así como la rehén liberada Noa Argamani y su padre Yaakov, y dos soldados que lucharon en Gaza.