Itongadol/AJN.- Hace un año y medio el mundo entero vio la conferencia de prensa en la que el primer ministro Binyamin Netanyahu – rodeado de carpetas, discos y archivos – reveló que Irán continuó sus esfuerzos por producir armamento nuclear, a pesar de haberlo desmentido. También dio a conocer que en 2017 las autoridades iraníes trasladaron el archivo nuclear a un lugar que aparentaba ser un depósito semiabandonado, en las afueras de Teherán, en un esfuerzo por ocultar la existencia del programa nuclear militar.
“Hace algunas semanas, Israel logró hacerse con media tonelada de documentos de una caja fuerte – 55.000 páginas, otros 55.000 archivos, 183 discos – todo es copia exacta de los originales”, dijo Netanyahu mientras mostraba desde el escenario el material. El primer ministro describió el operativo israelí para traer la documentación como “uno de los logros de inteligencia más importantes del Estado de Israel”.
Un funcionario israelí de alto rango declaró al diario The New York Times, que el sitio de donde fueron llevados los documentos estaba bajo vigilancia israelí desde febrero de 2016. Según esta fuente, agentes del Mossad se infiltraron en el lugar en enero de 2018 y sacaron la documentación en una noche. Ese mismo mes, el jefe del Mossad – Yossi Cohen – visitó Estados Unidos y puso al tanto de los detalles del operativo al presidente Donald Trump.
Fuentes allegadas a Netanyahu aseguraron en declaraciones al diario israelí Haaretz, que la revelación pública del operativo no ha producido ningún daño. Sin embargo, factores de inteligencia consultados por el mismo diario sostienen lo contrario.
La documentación que presentó hace un año y medio Netanyahu mostraba la actividad nuclear militar de Irán antes de la firma del acuerdo con las potencias, en 2015 y el presidente de la Agencia Internacional de Energía Atómica, Yukiya Amano, indicó que no hay pruebas de que las actividades iraníes para el desarrollo del programa nuclear militar hubieran continuado desde 2009.
“No tenemos nada que ocultar, el acceso que se le ha dado a la Agencia Internacional de Energía Atómica se ajusta a las reglas y acuerdos vigentes”, señaló una fuente oficial en Teherán citada por Haaretz. La Agencia Iraní de Energía Atómica rehusó hacer comentarios.
Desde la Oficina del Primer Ministro reaccionaron mediante un comunicado en el que aseguran que “es ridículo sostener que hubo perjuicio”. “La revelación del archivo nuclear iraní trajo enormes ventajas estratégicas a Israel y fue mencionada por el presidente Trump cuando anunció su retirada del acuerdo nuclear y la imposición de sanciones”.