Agencia AJN.- A menos de una semana de las elecciones en Israel, la televisión israelí dio a conocer anoche una grabación de una reunión a puertas cerradas en las que el primer ministro, Binyamin Netanyahu, advierte una vez más sobre una supuesta conspiración encabezada por el presidente, Rueven Rivlin.
No es ésta la primera vez que Netanyahu acusa a Rivlin – que también proviene del Likud pero ha tenido una relación complicada con la familia Netanyahu – de planear impedirle formar el próximo Gobierno después de las elecciones.
La ley en Israel establece que, una vez conocidos los resultados de las elecciones, el presidente debe encargar la formación de Gobierno al titular del partido con más votos y que tenga mayores posibilidades de conformar la coalición.
Netanyahu participó anoche en una reunión en la sede central del Likud y fue grabado cuando advertía que el partido podría estar perdiendo la posibilidad de formar Gobierno debido a una conspiración encabezada por el presidente Reuven Rivlin.
“Rivlin busca cualquier excusa para encargarle la formación de Gobierno a Benny Gantz”, se escucha decir a Netanyahu en la grabación, y explica que el presidente aprovechará una situación en la que el partido de Gantz gane las elecciones por una diferencia pequeña de escaños. “Dos o tres escaños de diferencia y le encargará la formación del Gobierno”, dijo Netanyahu, en un intento por empujar a los votantes de derecha a votar únicamente por el partido Likud, para que tenga la suficiente cantidad de escaños como para que el presidente no pueda encontrar ninguna excusa para encargarle la formación del Gobierno a ningún otro partido.
“Los votantes del Likud están muy tranquilos y muy pocos de ellos irán a las urnas, mucho menos que los seguidores de Gantz”, dijo Netanyahu. “Despierten o perderemos”, agregó.
Desde la oficina del presidente Rivlin – que se encontraba a esa hora en visita oficial en Canadá – respondieron y de una forma excepcionalmente virulenta. “Se trata de un nuevo intento de poner en duda el criterio del presidente de la Nación para encargar la formación del Gobierno. También en esta ocasión, el presidente tomará la decisión basándose estrictamente en la ley y su espíritu, tal como lo hicieron todos los presidentes en la historia de Israel. Se trata de un intento despreciable de atentar contra la credibilidad del presidente y la confianza de los ciudadanos en su capacidad de tomar esa decisión. El presidente no caerá en adulaciones, pero tampoco le teme a los constantes ataques motivados por consideraciones políticas cínicas”.