Itongadol.- Ocho presos murieron como consecuencia de un incendio en la prisión de Evin, en Teherán, durante el fin de semana, según informó el poder judicial iraní el lunes. El incendio aumentó la presión sobre el gobierno en su lucha por contener las protestas masivas.
El destino de Mahsa Amini, una mujer kurda iraní de 22 años que murió bajo custodia el 16 de septiembre tras ser detenida por la policía de la moralidad por «vestimenta inapropiada», desató una ola de protestas que se extendió rápidamente y a todos los estratos de la sociedad.
Vista general de un almacén tras el incendio en la prisión de Evin en Teherán, Irán el 17 de octubre de 2022. (crédito: MAJID ASGARIPOUR/WANA/REUTERS).
Los disturbios se convirtieron en uno de los desafíos más audaces a los gobernantes clericales de Irán desde la revolución de 1979, y los manifestantes piden la caída de la República Islámica, aunque las protestas no parecen estar cerca de derrocar el sistema.
El poder judicial iraní expresó que el incendio del sábado por la noche fue provocado por los presos en un taller tras una pelea, y que los fallecidos habían muerto por inhalación de humo. Todos pertenecían a una sección de la prisión para reclusos encarcelados por delitos relacionados con el robo.
La prisión de Evin, que en 2018 fue incluida en la lista negra del gobierno de Estados Unidos por «graves abusos contra los derechos humanos», también alberga a presos políticos y a muchos detenidos que se enfrentan a cargos de seguridad, incluidos los iraníes con doble nacionalidad.
La gente se reúne junto a una motocicleta en llamas en Teherán, la capital iraní, el 8 de octubre de 2022. (Crédito: AFP VIA GETTY IMAGES).
El juez superior de Irán, Gholamhossein Mohseni Ejei, culpó el lunes del incendio a «agentes del enemigo de Irán», mientras que el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Nasser Kanaani, aseguró que un suceso así podría haber ocurrido en cualquier país.
Videos y publicaciones en las redes sociales mostraban a decenas de presos políticos iraníes siendo trasladados desde Evin a otras cárceles. Los familiares dijeron no saber por qué los trasladan y están preocupados por su seguridad.