Itongadol.- El servicio de seguridad ruso FSB declaró el jueves que había detenido a un periodista del diario estadounidense The Wall Street Journal bajo sospecha de espiar para Washington, la medida pública más grave contra un periodista extranjero desde que Rusia invadió Ucrania.
Según el diario, la detención de Evan Gershkovich, de nacionalidad estadounidense, se basó en acusaciones falsas.
La acción empeorará las ya de por sí difíciles relaciones entre Rusia y Estados Unidos, que es el mayor apoyo militar de Ucrania y ha impuesto sanciones a Moscú para intentar persuadirle de que retire sus tropas. El Kremlin no da señales de hacerlo.
El FSB informó en un comunicado de que había abierto una causa penal contra Gershkovich por presunto espionaje, acusándole de recopilar información clasificada como secreto de Estado sobre una fábrica militar.
El FSB no mencionó la fábrica ni su ubicación, pero declaró que había detenido al periodista de 31 años en la ciudad de Ekaterimburgo, en los Urales, cuando intentaba obtener información secreta. No aportó pruebas documentales ni de vídeo de su culpabilidad.
«Se ha establecido que E. Gershkovich, actuando por encargo de la parte estadounidense, estaba recopilando información clasificada como secreto de Estado sobre la actividad de una de las empresas del complejo militar-industrial de Rusia», declaró el FSB.
The Wall Street Journal dijo en un comunicado que estaba «profundamente preocupado» por la seguridad de Gershkovich y que «niega vehementemente las acusaciones del FSB y solicita la liberación inmediata de nuestro confiable y dedicado reportero».
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, afirmó que las actividades de Gershkovich en Ekaterimburgo «no estaban relacionadas con el periodismo» y que no era la primera vez que un papel de periodista extranjero se utilizaba como tapadera para otras actividades.
El Kremlin dijo que entendía que Gershkovich había sido pillado «con las manos en la masa». Otros periodistas que trabajaban para la publicación estadounidense en Rusia podían seguir en su puesto siempre que tuvieran las credenciales adecuadas y estuvieran llevando a cabo lo que calificó de «actividad periodística normal», declaró.
La embajada de Estados Unidos en Moscú no ha hecho comentarios al respecto.
Una fuente diplomática estadounidense declaró que la embajada no había sido informada del incidente y que estaba recabando información de las autoridades rusas sobre el caso.