Itongadol/AJN (por Gustavo Berón).- Las distintas protestas que sacuden a Chile, España, Ecuador y Líbano abrieron un gran interrogante en la política internacional y advierten que es “el caldo de cultivo para modelos populistas” que generalmente se sirven de estos conflictos que tienen un origen económico como institucional.
Alberto Spektorowski, politólogo uruguayo-israelí y profesor de la Universidad de Tel Aviv, analizó la realidad de esta ola de protestas y señaló que “viendo esa pasión colectiva debajo de la mesa es cultivo para líderes populista, que se envisten de estas situaciones”.
“El populismo descubre la bronca colectiva. Pero este caldo de cultivo no lo crearon los populistas sino un orden liberal que está siendo hostigado”, señaló el analista.
Al arrancar la evaluación, Spektorowski advirtió que “son protestas que surgieron al mismo tiempo, todas por asunto diferentes porque lo ocurrido en España no se puede comparar con Líbano y Chile. Lo de Líbano y Chile es más social-económico como lo de Ecuador”.
“En España es básicamente una seria apertura de rabia, una rabia contenida por un problema nacionalista. Lo veo como rabia contra leyes constitucionales que impiden trata un problema político de forma política. Obviamente que el gobierno español operó de la manera que correspondía”, señaló.
De esta manera, el profesor de la Universidad de Tel Aviv se refirió a las protestas que se repiten desde hace una semana en Barcelona en rechazo a la sentencia emitida por el Tribunal Supremo que condenó a duras penas de cárcel a nueve dirigentes separatistas por su papel en la tentativa de secesión de 2017.
“El problema rompe el aspecto constitucional y los españoles no lo quieren ver de esa forma, pero hay una rabia dura en Cataluña”, sostuvo Spektorowski, quien apuntó que entre los manifestantes “ni siquiera todos eran independentistas sino que se volvieron independentistas por la postura del gobierno español”.
Según interpretación, en el caso de Barcelona, “el hecho es que le cayeron con la ley” a los dirigentes separatistas y “no hay forma de debatir”, lo que a su entender “sacó que quicio” a los catalanes. “Uno puedo ser independentista y no nacionalista, pero lo que veo es como que hay una especie de rebelión contra leyes constitucionales y la democracia liberal, entendida como un marco de leyes que protege un estatus quo determinado”, consideró.
En el caso de Chile, Spektorowski lo definió como una protesta económica. Al respecto, el analista se mostró sorprendido por la reacción social que se originó por una decisión del gobierno de Sebastián Piñera de aumentar la tarifa del metro y que condujo a declarar el toque de queda. “Hay cuestiones económicas y no se puede hacer nada, llega un momento que lo que hace es explotar”, señaló.
“Este caso se puede relacionar con lo sucedido en la Argentina porque es patético que la gente vota a un gobierno e inmediatamente lo que quiso el pueblo como un cambio de gobierno provocó una caída del orden de la globalización”, evaluó, en referencia a lo ocurrido tras el resultado de las primarias que dieron como el más votado al candidato opositor, el kirchenrista Alberto Fernández, y se produjo una corrida cambiaria con suba de precios.
Spektorowski sostuvo que en el caso del Líbano es “surrealista” porque cuando se piensa en manifestaciones están vinculadas a la crisis en Medio Oriente, pero nadie podía imaginar una protesta por el aumento en la tarifa por el uso del WhatsApp. “A uno le puede causar risa este caso, pero sin duda irrumpe una rabia colectiva”, explicó.
“Lo único que podría decir es que viendo esa pasión colectiva debajo de la mesa es cultivo para líderes populista, que se envisten de estas situaciones. El populismo descubre la bronca colectiva. Pero el caldo de cultivo no lo crearon los populistas sino un orden liberal que está siendo hostigado”, afirmó.
En este contexto, el politólogo señaló que “puede haber una copia no necesariamente de los mismos ideales sino de la bronca”.
Sin embargo, frente a este panorama, Spektorowski se sirvió de una vieja frase del filósofo italiano Antonio Gramsci, quien supo decir: “El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos”.
“Hay un ambiente de bronca contra el estatus quo. Hay una crisis de representación de la que pueden sacar tajada los populistas”, apuntó.
Y en este sentido hizo referencia al ascenso al poder de Donald Trump, quien según interpretación su llegada al gobierno de Estados Unidos fue como “una rebelión contra el liberalismo americano no contra el liberalismo económico”. “Trump es una representación de la bronca y de los sectores populares. En el mundo occidental se lo menciona como el populismo fascista”, indicó.
Siempre en diálogo con esta agencia, Spektorowski evaluó que “en Latinoamérica no cabe duda que la bronca es contra el poder concentrado de los grupos económicos”. Y en este aspecto retomó el caso de Chile que “ha cumplido con creces las recetas del Fondo Monetario Internacional pero hay gente que queda afuera”.
“Chile es el país más exitoso en lo económico. Cuando se pregunta qué país funciona bien, cualquier economista va a decir Chile a nivel mundial, pero que sucede en Chile se te acaba todo”, sostuvo.
Al hacer un balance de la situación, el profesor explicó que “en principio nada tiene que ver un caso con el otro, pero que se hayan dado al mismo tiempo tiene que ver con una bronca colectiva”.