Itongadol.- Al advertir de que los conflictos de Gaza y Ucrania podrían desencadenar una tercera guerra mundial y sostener que las acusaciones de genocidio contra el Estado judío son «absurdas», el ministro húngaro de Asuntos Exteriores, Peter Szijjarto, es uno de los amigos incondicionales de Israel en el continente europeo.
El alto político, que no teme mantener opiniones controvertidas y contradecir la corriente de los sentimientos internacionales, forma parte de un reducido número de políticos que respaldan plenamente a Israel en Europa y en las Naciones Unidas, incluido su Tribunal Internacional de Justicia de La Haya.
«Apoyamos a Israel, sin duda», declaró Szijjarto en una entrevista con The Jerusalem Post durante su visita solidaria a Israel la semana pasada.
Al igual que el Primer Ministro Benjamin Netanyahu, ha vinculado la guerra entre Israel y Hamás en Gaza con la batalla mundial contra el terrorismo.
Sentado en un sillón en Jerusalem flanqueado por una bandera de Israel y la de su propio país, explicó que le desconcierta la amnesia internacional sobre cómo empezó la guerra.
«Desgraciadamente, mi experiencia es que cuando el tema del conflicto aquí se debate en la arena política internacional, de alguna manera [la gente ha] olvidado cómo empezó», dijo Szijjarto.
Es cierto que han pasado casi cuatro meses desde que comenzó la guerra de Gaza, lo que «es un largo periodo de tiempo, pero no debería ser lo bastante largo como para hacernos olvidar a todos» la masacre de Hamás del 7 de octubre, dijo. Durante la infiltración terrorista en el sur de Israel murieron más de 1.200 civiles y otros 253 fueron tomados como rehenes, entre ellos ciudadanos con doble nacionalidad israelí y húngara.
La Autoridad Palestina y sus partidarios han acusado a Israel de genocidio a la vista del elevado número de víctimas mortales, que según Hamás se aproxima ya a las 26.000 personas. Israel ha dicho que más de 9.000 de los muertos eran combatientes.
La AP y sus partidarios suelen hablar de la guerra de Gaza sin mencionar el 7 de octubre ni la amenaza que supone Hamás para Israel, incluidos los cohetes que los palestinos han lanzado contra el Estado judío desde el enclave durante más de dos décadas.