Itongadol.- Los líderes militares y civiles de Sudán firmaron un acuerdo inicial destinado a poner fin a una profunda crisis que se ha apoderado del país del noreste de África desde un golpe de Estado hace un año.
El jefe del ejército, Abdel Fattah al-Burhan, se hizo con el poder en octubre de 2021, haciendo descarrilar una accidentada transición hacia un gobierno civil que había comenzado tras la destitución en 2019 del veterano autócrata Omar al-Bashir.
En el último año se han producido protestas casi semanales y una represión que, según los médicos prodemocráticos, ha causado al menos 121 muertos, una crisis económica en espiral y un aumento de la violencia étnica en varias regiones remotas.
Las divisiones entre los grupos civiles se han acentuado desde el golpe, y algunos instan a llegar a un acuerdo con los militares, mientras que otros insisten en «ninguna asociación, ninguna negociación».
El acuerdo del lunes fue firmado por Burhan, el comandante paramilitar Mohamed Hamdan Dagalo y múltiples grupos civiles, sobre todo las Fuerzas por la Libertad y el Cambio, la principal facción civil que fue derrocada en el golpe.
El acuerdo -basado en una propuesta del Colegio de Abogados de Sudán- se negoció en presencia de funcionarios de Naciones Unidas, diplomáticos occidentales, así como de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, según la FFC.
El acuerdo de normalización firmado entre Sudán e Israel ha quedado en suspenso desde el golpe.