Itongadol/AJN.- En una entrevista exclusiva con la Agencia de Noticias AJN, el embajador Peleg Lewi, diplomático que está desde el comienzo de la pandemia en el gigante asiático y ha demostrado ser un gran observador de lo que está sucediendo, destacó el papel del gobierno al cerrar las regiones afectadas y valoró la actitud de la población. «Lo aplicado en China no se puede implementar en otros países del mundo. Hoy el objetivo es definir cómo vivir con el coronavirus porque aunque exista una vacuna eso no se va a solucionar en los próximos meses o años», dijo.
El cónsul general de Israel en el Sur de China y jefe de la delegación en Guangdong, Peleg Lewi, confirmó que en la nueva normalidad que se vive en el gigante asiático ya funcionan casi todas la actividades y explicó que los nuevos rebrotes que se replican en Europa como el nivel de contagio que se mantiene en los países de América están vinculados con «los estilos de vida y la libertad personal».
En una entrevista exclusiva con la Agencia de Noticias AJN, el embajador Peleg Lewi aclaró que existen fuertes restricciones para ingresar a China. Comentó que sólo se habilita el acceso a hombres de negocios, diplomáticos y ciudadanos chinos que regresan del exterior.
«Hay una lista de países cuyos ciudadanos no pueden entrar a China, como Francia, Italia, países que son calificados como rojos por los efectos de la pandemia», señaló el diplomático.
A continuación los tramos más importantes de la entrevista:
-AJN: ¿Cómo describe la actualidad de China a casi un año de iniciarse la crisis por el COVID-19?
-PL: Desde el mes de junio China volvió a una relativa vida normal o nueva normalidad. Casi todo funciona, comercio, escuelas con pequeñas restricciones. Cuando hablamos de nueva normalidad, lo fundamental es que se usa mascarilla en lugares definidos. Lo único que no se habilitaron fueron los viajes al exterior. Pero se puede decir que la vida se vive con una normalidad total.
-AJN: ¿Llega gente del exterior a China y cómo es el procedimiento en esos casos?
-PL: Está llegando muy poca gente, el turismo no existe. Hoy en día está muy restringido el ingreso a China. Es sólo para hombres de negocio que tienen sus negocios en China y tienen que pasar por un proceso largo porque deben recibir una carta de invitación, una visa, hacerse el test de coronavirus antes de volar, es bastante complicado y al llegar tienen que hacer 14 días de cuarentena en un hotel designado. Es decir que no van a su casa cuando llegan al país. Hay una lista de países cuyos ciudadanos no pueden entrar a China como Francia, Italia, países que son calificados como rojos por los efectos de la pandemia. Los chinos que vuelven del exterior también deben pasar por el período de cuarentena. La gran mayoría de los nuevos casos que hubo en los últimos meses, el 95 por ciento se originó por gente que volvió del exterior, la mayoría de ellos chinos. La preocupación más grande está centrada en la gente que llega y no creo que esta situación cambie en los próximos meses. Hubo algunos casos de rebrote porque algún paciente salió del hotel antes de tiempo o porque tuvieron contacto con algún producto que llegaba del exterior como camarones de Ecuador o carne de Brasil. La reacción del gobierno chino cuando se desata la crisis fue inmediata, en términos de horas cerraron rápidamente y millones de personas se hicieron el test en uno o dos días y la situación fue controlada inmediatamente.
En este momento, cada ciudadano chino tiene una aplicación que revela dónde estuvieron los últimos catorce días o si tuvieron alguna fiebre, todo está bastante controlado. Los chinos han acertado, si bien no hubo privacidad, se pudo tener una precisión sobre el estado de salud.
-AJN: En el caso de los empresarios israelíes, ¿cómo fue la situación y la actividad en estos días?
-PL: Israel no está en la lista roja de China y hay vuelos directos entre Tel Aviv y Shanghái ya que hay un importante tráfico de chinos que trabajan en Israel y que están volviendo al país, o diplomáticos o gente de negocios. En general la población de israelíes aquí, como la mayorías de los extranjeros, se ha reducido en por lo menos el 50 por ciento. Volví mucha gente a China pero otra tanta decidió no regresar por distintas razones. Las comunidades judías en China se achicaron bastante. En el sur de China, por ejemplo, había varias casas de Jabad y está funcionando una.
-AJN: ¿La actividad comunitaria se desarrolla normalmente o con restricciones?
-PL: El tema de las religiones en China es bastante complicado porque no están permitidas. Por eso se habla de actividades comunitarias y en este aspecto no hay ninguna restricción hasta ahora. Vamos a eventos de diez personas sin ningún problema. Pero si hay menos extranjeros.
-AJN: Respecto del tema de las vacunas contra el coronavirus, ¿Qué se comenta en China?
-PL: Los chinos empezaron a vacunar hace una semana en áreas de salud, el ejército y funcionarios que viajan al exterior. Todavía no está a la venta para suministrar a la población en general porque no hace falta ya que el virus está controlado. La organización de la salud no ha reconocido a estas vacunas pero se sabe de gente que se ha vacunado.
-AJN: ¿Qué efecto tuvo hasta el momento este plan de vacunación?
-PL: Hasta el momento no fue publicado nada al respecto. Se sabe que hay gente vacunándose de una forma controlada por el gobierno. No obstante hay cuatro empresas que están terminando la tercera etapa de la vacuna, pero no creo que se exporte demasiado rápido al exterior.
-AJN: ¿Cuál es la reacción de la gente frente a las nuevas medidas que se disponen por la pandemia?
-PL: Si bien todo ha empezado aquí, la población está muy orgullosa de haber podido controlar rápidamente el virus. Así es que el número de muertos por la pandemia resulta insignificante comparado con otras naciones. Por eso China está cerrada de alguna manera para no retornar a la pandemia. La población es muy consciente y es muy respetuosa a la ley o a las reglas de juego. Acá nunca se declaró oficialmente un cierre, pero el gobierno pedía que nadie salga y nadie salía. El gobierno dice que hay que salir con mascaras y no hay vuelta que darle.
-AJN: ¿Existen multas por no usar la máscara, por ejemplo?
-PL: Existen pero no creo que haga falta.
-AJN: ¿Cuál es el promedio de casos que se registran en estos días en China?
-PL: Sí, se registran nuevos casos, siete u ocho por día como máximo. La mayoría es gente que viene del extranjero y se entera al llegar al aeropuerto cuando le hacen el examen. También hay casos asintomáticos. En la última semana hubo un caso solamente, el empleado de un aeropuerto que se supone que lo contrajo al recibir algo del exterior.
-AJN: ¿Cuál fue la clave para que el efecto de la pandemia no sea mayor en China teniendo en cuenta que hablamos de la mayor población del mundo?
-PL: Estoy acá desde enero cuando comenzó todo, y realmente lo que hicieron fue cerrar en los lugares afectados por el virus. El primer día cerraron una ciudad de 11 millones de habitantes (la referencia tiene que ver con Wuhan, que fue epicentro del COVID 19). Además se testeó a la gente en pocos días. Hubo una ciudad en la que hubo 10 casos y en pocos días le hicieron el test a 9 millones de personas. La clave fue la acción rápida, total y la cooperación de la población.
-AJN: ¿Se puede decir que la cuarentena es una solución?
-PL: No lo puedo decir porque acá lo que hubo fue el cierre de zonas críticas, no hubo una cuarentena en todo el país. Lo que hicieron fue que cuando detectaban un caso en un barrio lo cerraban inmediatamente. En Israel veo que la cuarentena funciona pero no al ciento por ciento porque no bajaron los niveles de contagio a los números esperados.
-AJN: La diferencia con la cuarentena era que en aquellas ciudades declaradas en alerta no podía entrar ni salir nadie…
-PL: Exactamente. Aislamiento total de un edificio, un barrio, una ciudad o una provincia.
-AJN: ¿Cómo se hizo para llevar insumos y alimentos a estas zonas cerradas?
-PL: El gobierno se encargó de todo. En una ciudad como Wuhan que estuvo cerrada dos meses, el gobierno se encargó de pasar casa por casa. Hay que tener en cuenta que es otro sistema de gobierno, este es un gobierno centralizado, donde el partido está presente en cada aspecto de la vida, todo eso facilitó la situación. En un país como Argentina o Israel es un poco más complicado porque cuando por ejemplo uno se muda no tiene que avisarle a nadie. Acá tiene que inscribirse en la policía del barrio y cada quien sabe dónde vive cada uno.
-AJN: A partir de la experiencia que se dio en China, ¿cómo interpreta la situación de rebrote que se da en los principales países de Europa?
-PL: Los nuevos brotes en todos los países occidentales, en Europa, en Sudamérica, en Israel, tienen que ver con el sistema de vida, de libertad personal, las fronteras que están abiertas, y creo que lo aplicado en China no se puede implementar en otros países del mundo. Hoy el objetivo es definir cómo vivir con el coronavirus porque aunque exista una vacuna eso no se va a solucionar en los próximos meses o años. Por eso cada país debe definir a partir de su sistema como hacer frente a la epidemia.