Itongadol/Agencia AJN.- La exrehén israelí Agam Berger describió en un artículo de opinión publicado ayer en Wall Street Journal cómo celebró Pésaj (Pascua judía del año pasado, mientras estaba secuestrada por terroristas palestinos de Hamás en Gaza, y cómo el mantener su fe judía la ayudó a soportar las dificultades del cautiverio.
«Aunque Hamás intentó obligarme a convertirme al islam -a veces, imponiendo un hiyab sobre mi cabeza-, no pudieron arrebatarme el alma», escribió Berger.
«Nuestra fe y nuestro pacto con D’s, la historia que recordamos en Pésaj, es más poderosa que cualquier captor cruel», afirmó.
Berger, de 20 años, dijo que durante sus 428 días en cautiverio optó por cumplir todos los ayunos judíos que pudo, rechazando ciertos alimentos para mantenerse kosher, y “elegí no encender fuego en Shabat para cocinar para mis captores”.
“Pararon de dejarme cocinar por completo cuando se dieron cuenta de que era algo que disfrutaba”, añadió.
El Pésaj pasado, escribió Berger, ella y su compañera rehén Liri Albag, quien fue liberada con ella, celebraron la festividad juntas “en una pequeña habitación sin luz natural”.
Berger contó que ordenaron la habitación y la decoraron con pequeños trozos de papel y que Liri la sorprendió escribiéndole “una improvisada Hagadá de Pésaj, el texto que relata la salida de nuestros antepasados de la esclavitud”.
“Aunque celebraré esta festividad con mi familia, aún no será completa. Hay 59 rehenes aún retenidos en Gaza, de los cuales se cree que 24 están vivos. Este es su segundo Pésaj con cadenas de hierro. No podemos permitir un tercero”, continuó.
“Se nos ordena recordar el Éxodo todos los días. Eso exige que continuemos nuestros esfuerzos para traer a casa a nuestros hermanos cautivos y luchar para garantizar que nunca vuelvan a ocurrir las atrocidades de aquel Shabat otoñal” en el hemisferio norte, afirmó Berger.