Itongadol.- En el encuentro con el Papa estuvo presente Ronald Lauder, presidente del Congreso Judío Mundial.
En diálogo con la Agencia AJN, el Director Ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano, Claudio Epelman, afirmó que se trata de ‘‘un punto de inflexión en la relación entre judíos y católicos’’.
El Papa Francisco recibió al Congreso Judío Mundial (WJC) en la sala del Sínodo, emblemático lugar en la vida de la iglesia, con el objetivo de fortalecer lazos judeo-católicos. Luego de la reunión, se sirvió en el Vaticano un almuerzo kosher en el que participaron 150 líderes judíos de todo el mundo.
Los judíos y los católicos tienen «en común tesoros espirituales inestimables», profesan «la fe en el Creador del cielo y de la tierra» y creen que «el Todopoderoso no permaneció alejado de su creación, sino que se reveló», expresó el Papa.
»Sólo con la seria voluntad de acercarse unos a otros y en el diálogo fraterno es posible preparar el terreno para la paz. Como judíos y cristianos, hagamos todo lo humanamente posible para detener la guerra y abrir caminos hacia la paz», añadió Francisco.
A través de la fe y la lectura de las Escrituras, dijo el Sumo Pontífice, judíos y católicos entran en relación con el Señor y se convierten en «colaboradores de su voluntad providencial».
En referencia a la luz de la herencia religiosa compartida, el Papa mencionó que judíos y católicos «ven el presente como un desafío» que los une, «como una exhortación a actuar juntos». La tarea de estas dos de fe es «trabajar para que el mundo sea más fraterno, luchando contra las desigualdades y promoviendo una mayor justicia, para que la paz no sea una promesa del otro mundo, sino que sea ya una realidad en éste».
Durante el encuentro, el presidente del WJC, Ronald Lauder, lanzó un proceso colaborativo del que participan más de 200 líderes judíos, en la confección de un documento conocido como “Kishreinu” (en hebreo, “Nuestra Relación”), que busca convertirse en la hoja de ruta de las comunidades judías en la relación con la iglesia católica.
Una vez completado el proceso, “Kishreinu” será presentado públicamente y actuará como respuesta de la comunidad judía a la Declaración Nostra Aetate del Concilio Vaticano II, que en 1965 revolucionó la relación entre la Iglesia Católica Romana y el pueblo judío.
Francisco también se tomó el tiempo para recibir a los líderes del WJC en el Palacio Apostólico y escuchar las palabras de Lauder. Además, el Papa saludó personalmente y conversó con los 150 líderes presentes.
Luego del almuerzo con el Sumo Pontífice, en el primer evento formal realizado por una organización judía en el Vaticano desde la fundación de la Iglesia Católica, Claudio Epelman, Director Ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano, señaló en diálogo con la Agencia AJN que se trata sin dudas »de un punto de inflexión en la relación entre judíos y católicos que busca profundizar este vínculo y construirlo en un sentido positivo para poder trabajar juntos y asegurar para nuestros hijos un mundo mejor del q recibimos de nuestros padres».