Itongadol.- El 3 de septiembre de 1977 falleció Blackie (el nombre artístico de Paloma Efrom), quien habiéndose iniciado como cantante de jazz y de negro-spirituals, se convirtió en un ícono de la radio y televisión argentina en las décadas del ‘60 y ‘70 del siglo pasado.
Nacida el 6 de diciembre de 1912 en la colonia Novibuco, cerca de Basavilbaso, en la provincia de Entre Ríos -una de las colonias de inmigrantes judíos en esa provincia argentina-, fue hija del destacado investigador y pedagogo judío Jedidia Efrom, quien debido a su trabajo en la red escolar que funcionaban en las colonias judías de la JCA – Jewish Colonization Association, se trasladó a Buenos Aires con su familia en 1917.
Siendo una adolescente, Paloma comenzó a trabajar en el Instituto Cultural Argentino-Estadounidense, época en que comenzó a cantar jazz y negro spirituals. Debido a razones de índole familiar, por la grave enfermedad de su madre, no efectuó estudios formales. Sin embargo, se dedicó al estudio de varios idiomas, para los que tenía una facilidad natural llegando a hablar con fluidez el inglés, el francés, el italiano, el portugués y el alemán, además del idish y el hebreo.
En 1934 se presentó a un concurso para cantantes aficionadas organizado por la Radio Stentor, que ganó interpretando “Stormy weather”, convirtiéndose en ese momento en cantante profesional, la primera en el país dedicada al jazz, según algunos historiadores de la radiotelefonía argentina.
Dos son las anécdotas que se cuentan a partir de ese hecho. La primera que Jaime Yankelevich, el gran empresario musical de esos años, le ofreció contratarla, pagándole diez veces más de lo que ganaba para que cantara tangos debido a su excepcional timbre de voz, a lo que Paloma se negó pues “no sentía el tango”. La segunda, que su padre la impulsó a que viajara a los Estados Unidos para especializarse, pues le habría dicho: “Usted es una mentirosa, porque canta el folclore de un pueblo que no conoce: ¡vaya y aprenda!”.
Paloma se trasladó a los Estados Unidos, donde vivió siete años, estudió Antropología en la Universidad de Columbia, y se relacionó con importantes figuras del jazz, entre ellas Marian Anderson, Louis Armstrong, Duke Ellington, Count Basie y Ella Fitzgerald.
Al regresar al país, ya como Blackie (Negrita) comenzó una importante carrera artística actuando en el Teatro Maipo en la compañía de revistas que encabezaba Pepe Arias, pasando en 1952 a ser una de las figuras estelares de uno de los locales musicales afamados de Buenos Aires, el Tropicana.
Es en esos años en los que entabla su relación afectiva con quien sería su entrañable compañero, el escritor Carlos Olivari, y cuando comienza a involucrarse en la incipiente televisión que con Canal 7 comienza a emitir en Buenos Aires. Esto fue como complemento de su participación en programas radiofónicos, en los cuales comienza a desarrollar una labor periodística muy importante, que supera ampliamente su primigenia imagen como cancionista de jazz.
Fue principal figura en programas como: La historia del jazz, Prensa visual, El show de las estrellas, Derecho a réplica (un programa político), Diálogos con Blackie, Domingos estelares, siendo quizás el más recordado Volver a Vivir, versión local del programa de la televisión estadounidense “This is your life”, pues tenía una gran facilidad para el diálogo con sus entrevistados.
En televisión se la considera la decana de las periodistas en vivo, habiendo llegado a dirigir Canal 7 junto con Cecilio Madanes.
También se desempeñó como productora televisiva, de programas muy dispares, ya que entre ellos se cuentan “Odol pregunta” y “Titanes en el ring”, a la vez que promovió a innumerables artistas.
Blakie fue una protagonista de la radio, el espectáculo y el periodismo argentinos, donde su inconfundible voz y presencia significaron en cada una de sus realizaciones encanto, cultura e inteligencia, hasta su fallecimiento, el 3 de septiembre de 1977.
De Eduardo Chernisky para Itongadol.