Itongadol/AJN.- El 25 de diciembre de 1961 muere a los 88 años, Otto Loewi, un médico judío nacido en Alemania, ganador de un premio Nobel por un experimento que imaginó en un sueño y realizó al despertar.
El estudio -inspirado en un sueño- revocó el conocimiento convencional acerca de cómo los nervios comunican información con otros tipos de tejidos. Este descubrimiento fue sólo uno de los
muchos problemas fisiológicos que estudió durante una larga y fructífera carrera -una carrera que fue interrumpida por su expulsión de Austria por los nazis.
Otto Loewi nació en Frankfurt el 3 de junio de 1873. Hijo de Jakob Loewi, un comerciante próspero de vinos, y Anna Willstaedter.
Otto se crió en un ambiente sofisticado y secular. Como estudiante en el Salón de Frankfurt se destacó en griego y en latín, pero era un estudiante pobre en matemáticas y física. Cuando llegó el momento de ir a la universidad, la inclinación de Otto era seguir historia del arte, pero sus padres lo convencieron de la necesidad de entrar en un campo más práctico. Se decidió por la medicina y se matriculó en la Universidad de Estrasburgo, que era entonces parte de Alemania. A lo largo de su vida, sin embargo, siguió siendo un consumidor apasionado del arte, la música y la buena comida.
Loewi recibió su título de médico en 1896, escribiendo una tesis sobre los efectos de las drogas en el corazón de la rana. En los próximos años hizo una residencia clínica en el Hospital de la ciudad de Frankfurt, pero fue abatido por las altas tasas de mortalidad por enfermedades infecciosas, y decidió dedicarse a la investigación médica; en particular en el campo de la farmacología.
Su investigación se inició en el laboratorio del farmacólogo, Hans Horst Meyer, en la Universidad de Marburgo (desde 1898 hasta 1904), antes de trasladarse a la Universidad de Viena y finalmente a la Universidad de Graz en 1909, donde permaneció hasta 1938. Su trabajo giró en alrededor de procesos fisiológicos básicos, tales como el metabolismo de las proteínas y carbohidratos.
La noche anterior al Domingo de Pascua de 1921 Loewi tuvo un sueño profético. Al despertar en la noche y darse cuenta que había soñado algo significativo comenzó a garabatear lo que había visto en un pedazo de papel antes de regresar a su sueño. A la mañana siguiente, sin embargo, se desesperó cuando descubrió que sus notas eran ilegibles. Afortunadamente, el sueño -de un experimento de laboratorio- regresó la noche siguiente, y él corrió a su laboratorio para llevar a cabo la prueba.
Usando corazones de rana, Otto Loewi dilucidó el mecanismo de la comunicación de los nervios.
El experimento consistió en aislar dos corazones de rana uno con los nervios conectados al mismo y el otro sin. Para el que tenía el nervio vago intacto aplicó una corriente eléctrica, lo que causó que el corazón lata más lento. A continuación, tomó parte de la solución salina en la que era remojo y lo añadió a la bandeja con el segundo corazón. El segundo corazón se ralentizó también, incluso sin la aplicación de ninguna corriente.
El resultado indicó que el nervio estimulado emite un químico – posteriormente identificado como acetilcolina – que transmite la instrucción de desaceleración al corazón.
Su conclusión desafió la sabiduría convencional del aquel entonces a partir de la cual se creía que los mensajes nerviosos se transmitían por impulsos eléctricos. Este resultado le mereció a Loewi y a su colega, Henry Hallett Dale, el Premio Nobel de Fisiología Medica en 1936.
Sin embargo, ese honor no logró evitar que el ejército nazi lo detuvieran a él y a sus dos hijos, el 11 de marzo de 1938, la noche anterior a la anexión alemana de Austria. Fue puesto en libertad dos meses después, luego de instruir al banco sueco transferir el dinero que obtuvo por el Premio Nobel al régimen nazi.
Loewi dejó Austria en septiembre de 1938, y finalmente se estableció en Nueva York. En 1941 se le unió su esposa, Guida Goldschmidt, quien también fue tomada como rehén por el régimen hasta que tuvo el título de propiedad de la familia en Italia fue transferida a sus manos.
Otto Loewi tomó una posición en la facultad de medicina de la Universidad de Nueva York, donde continuó trabajando hasta su muerte, el 25 de diciembre de 1961, tres años después de la muerte de Guida.