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OSM: una delegación de graduados de la Academia de Liderazgo Sionista viajó a Israel para una misión de solidaridad

Por Iton Gadol
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Itongadol.- Una delegación de graduados de la Academia de Liderazgo Sionista (ZLA, por sus siglas en inglés) realizó un viaje de solidaridad a Israel, que consistió en cuatro días intensos donde los participantes pudieron ver con sus propios ojos las zonas más afectadas por el ataque de Hamás del 7 de octubre y hablar personalmente con las víctimas del atentado.

La ZLA es uno de los programas principales del Departamento de Noar Jalutz y Dor Hemshej de la Organización Sionista Mundial (OSM), que se realiza en colaboración con el Keren Kayemet LeIsrael que invierte en jóvenes sobresalientes de todas las comunidades judías del mundo.

“Formamos una especie de selección nacional de fútbol, de los mejores jugadores de cada equipo, que son los líderes con mayor potencial en cada comunidad judía del mundo. Estamos hablando de médicos, cirujanos, abogados, emprendedores, de personas muy especiales, de edad promedio 31 años. La inmensa mayoría tiene títulos avanzados, hablan varios idiomas, son padres de familia, personas que con gran probabilidad podrían llegar a ser presidentes o dirigentes o lideres comunitarios alrededor del mundo”, explicó a ItonGadol Ariel Goldgewicht, director ejecutivo del Departamento de Noar Jalutz y Dor Hemshej y fundador del programa ZLA.

“Nosotros invertimos mucho en ellos para que participen en capacitaciones, charlas y conferencias, pero también ellos trabajan en proyectos en conjunto para generar unión entre ellos. Hemos generado una especie de hermandad entre personas de los 30 países donde hay comunidades judías significativas. Ya llevamos dos años de este proyecto y en enero comenzó la tercera promoción”, comentó Dikla Stanger la directora general del programa.

“La misión estuvo integrada por los graduados de las dos primeras promociones de la ZLA, que viajaron a finales de diciembre, para expresar su solidaridad, hacer voluntariado y aprender sobre la situación que está atravesando Israel” señaló Esti Goldwasser, directora del programa por parte de KKL.

Entre los sitios que visitaron, se reunieron con heridos en el hospital, soldados, familiares de secuestrados, recorrieron el kibutz Kfar Aza, allí se reunieron con secuestrados que ya fueron liberados y recibieron una explicación del comandante local sobre la situación de la guerra.

Luego realizaron un voluntariado en el que ayudaron a cosechar naranjas y fueron al lugar donde se realizó el Festival de Música Nova, en el que Hamás cometió una de sus mayores masacres.
Además, estuvieron en Jerusalén, donde visitaron la Cancillería y escucharon una recopilación de todos los esfuerzos diplomáticos que está haciendo Israel desde que inició la guerra.

Experiencias en primera persona

Vivianne Tesone, de Bogotá, es la directora asistente de la Confederación de Comunidades Judías de Colombia, la entidad que representa a todas las instituciones judías del país, y es la subdirectora de la revista virtual Hashavua. Fue parte de la delegación de la ZLA que viajó a Israel y destacó en diálogo con ItonGadol la importancia de compartir esta experiencia junto a “un grupo de profesionales judíos que trabajan ya sea profesionalmente o como voluntariado, que están dedicados al trabajo en sus comunidades y en pro de Israel y del sionismo”.

Vivianne Tesone

“Es un grupo de personas que tenemos los mismos valores, que tenemos los mismos objetivos, que desde nuestros países abogamos por Israel, luchamos contra el antisemitismo, por mantener a nuestras comunidades. Es un grupo de este tipo de personas, que son mis pares, a quienes conozco ya desde hace años, con quienes hemos trabajado, con quienes tenemos un vínculo muy cercano y que sea con este grupo con el que fuimos a Israel en este momento de crisis, para afrontar probablemente la crisis más grande que nos ha tocado a ninguno de nosotros en el judaísmo y para Israel, no solamente es importante por el profesionalismo con el que nos llevaron, sino por el apoyo que es tener este grupo de amigos, de pares, de hermanos, que trabajamos juntos en esta causa”, afirmó Vivianne Tesone.

“Obviamente todo fue excesivamente importante y excesivamente conmovedor. Hablar con personas de primera mano también fue para nosotros muy importante. A mí la historia de Varda Goldstein, que nos recibió en su casa en el kibutz Kfar Aza me pareció una forma de conectarnos con alguien en Israel, de poder abrazarla, de poder estar con ella, darle un apoyo. Ella no estaba en Israel durante el 7 de octubre, pero toda su familia fue afectada. Perdió a su hijo, perdió a sus nietos y parte de su familia también fueron secuestrados. Es la historia que uno ha oído de tantas voces, ejemplificada en una persona que nos recibía en los restos de su casa que ha quedado totalmente destruida”, recordó como una de los momentos más emotivos del viaje.

“Cuando estábamos entrando a las ruinas de lo que quedó. En un momento nos dijo ‘lo siento, lo siento’, disculpándose por la situación en la que nos tenía que recibir. Yo me acuerdo que estaba filmando en ese momento la entrada, para tener material de apoyo, y después apague (el teléfono) y dije ‘no, nosotros lo sentimos’. ¿Cómo alguien que nos está recibiendo en las ruinas de su casa, después de una tragedia semejante, nos pide a nosotros perdón? Fue un momento de conexión bastante impresionante y fuerte. Para que un grupo de personas que venimos de tan lejos, que tenemos que hablar en un idioma que no es el idioma natal de ninguno, en inglés, y poder encontrar este momento de conexión en las ruinas de su casa, con todo lo que eso significa, yo creo que no hay palabras”, manifestó.

Otro de los jóvenes que participó en esta misión fue el secretario general de la Organización Sionista Argentina (OSA), Federico Nemetsky, que afirmó en diálogo con ItonGadol: “Venimos trabajando en este proyecto desde 2022. Ya estamos en nuestro tercer año juntos y día a día mejoramos como grupo. Compartimos ideas, proyectos, sensaciones e incluso nos acompañamos, a la distancia, pero sintiéndonos muy cerca. Cuando quienes conducen la ZLA propusieron la realización de esta misión, no tuve dudas de que debía participar, y de la misma manera muchos otros compañeros y compañeras. Debíamos estar ahí, ver con nuestros propios ojos”.

Federico Nemetsky

De los lugares que recorrieron y las personas con las que hablaron en Israel, Nemetsky resaltó: “Cada palabra, cada lugar, cada momento viendo de primera mano semejante tragedia resulta indescriptible. Pero si tuviera que rescatar algo en particular, me quedo con la conversación con Raz, en Kikar HaHatufim (La plaza de los secuestrados) y la visita al lugar de la fiesta Nova, en Re’im”.

“Raz nos contó la historia de su familia, de sus cuñados que siguen, 100 días después, secuestrados, de sus sobrinas asesinadas. Pero a pesar de estar completamente roto por dentro, un hilo de esperanza surgía de entre sus palabras, dejando entrever que vendrían tiempos mejores. Me resultó muy impresionante sus sensaciones sumamente positivas respecto a la diáspora judía, que descubrió de manera tangible en un viaje de familiares de secuestrados a Londres y Lisboa”, recordó Nemetsky.

Asimismo, subrayó: “La visita a Re’im fue demasiado fuerte. El sol se ponía entre los árboles, de manera inversa a las imágenes que todos vimos, de aquel amanecer horrendo. Las caras de los asesinados, el suelo que pisaron y la constante sensación de que yo podría haber estado ahí”.

Otra de las graduadas que la ZLA que viajó a Israel fue Daniela Russowsky, vicepresidenta de Abogacía en la Federación Israelí de Rio Grande do Sul y profesora de Liderazgo Comunitario en el Colegio Israelita Brasileiro.

Daniela Russowsky

“La misión a Israel organizada por la ZLA fue una experiencia única y profundamente impactante. Pudimos sentir, experimentar y ver con nuestros propios ojos el terror y la destrucción que provoca el odio. Al mismo tiempo, estar en Israel nos permitió sentir la unidad y la fuerza de los israelíes que, incluso ante la mayor adversidad, viven, piensan en reconstruirse y se vuelven aún más fuertes. El viaje nos permitió sentir la esencia del pueblo judío, de resiliencia y ganas de vivir, empoderándonos para regresar a nuestras comunidades y compartir lo que vimos y sentimos, recordando la importancia de permanecer fuertes y unidos”, expresó Russowsky.

“Tuvimos muchos encuentros conmovedores, devastadores e inspiradores. En cada uno de ellos vemos el universo que fue afectado por el ataque del 7 de octubre y que aún continúa, tanto para los rehenes que permanecen en Gaza como para los soldados que se encuentran en los campos de batalla. Hay miles de vidas afectadas, una nación entera compartiendo un solo dolor, como un corazón enorme”, agregó.

Ariel Goldgewicht

Russowsky afirmó a ItonGadol que si bien es difícil mencionar sólo una experiencia, porque todas fueron profundamente conmovedoras, la visita a Kfar Aza, uno de los kibutz más destruidos en el ataque del 7 de octubre, fue una de las experiencias más estremecedoras.

“Caminamos entre las ruinas de las casas de los jóvenes residentes del kibutz, que vivían pacíficamente sus vidas, brutalmente interrumpidas esa mañana. La sensación es que el tiempo se detuvo la mañana del 7 de octubre en Kfar Aza. Ropa en la lavadora, comida en la heladera, ropa y zapatillas en los armarios, fotografías enmarcadas y libros sin terminar. Está demasiado presente, demasiado real, demasiado cercano. No estamos hablando de un atentado ocurrido hace años: estamos viendo cómo se escribe la historia en tiempo real. Kfar Aza parece haberse detenido en el tiempo y es un retrato de lo que es capaz de hacer el horror. Al mismo tiempo, al escuchar el testimonio de un residente del kibutz a quien asesinaron y secuestraron a familiares, vemos fuerza y deseo de reconstrucción. Nos enteramos de la intención de reconstruir el kibutz, para volver a residir en el sur de Israel. Vemos la enorme fuerza de los sobrevivientes para mantenerse con vida y, a pesar de tanto dolor, poder brindarse cuidado y amor unos a otros”, manifestó.

Junto a Yaakov Hagoel, presidente de la OSM, e Ifat Ovadia-Luski, presidenta mundial de KKL

Un mensaje para la juventud y de cara al futuro

“Siéntanse orgullosos del Estado de Israel, siéntanse orgullosos de ser judíos. Siéntanse orgullosos de la historia y los valores que llevamos con nosotros, y que se transmiten de generación en generación. Sabemos que la guerra reveló un grado previamente velado de antisemitismo, lo que provocó un aumento de la intolerancia y el discurso de odio. No se dejen intimidar, siéntanse orgullosos de pertenecer a un pueblo que tiene valores fuertes, que valora la vida, la tolerancia, el respeto, la libertad y la responsabilidad. Un pueblo resiliente, que aprendió, por las malas, que no puede depender de nadie más, que debe cuidarse a sí mismo. E Israel hoy demuestra que lo hemos aprendido muy bien. En la diáspora tenemos un papel fundamental para compartir la verdad sobre Israel, para combatir el odio y la difusión de mentiras a través de la educación y el ejemplo. Actúen, involúcrese en sus comunidades, sean activos y decididos. Am Israel Jai”, reflexionó Russowsky, pensando en los jóvenes del mundo judío.

En la misma línea, Tesone resaltó que su mensaje es el mismo “me estaba diciendo a mí misma desde el 7 de octubre, y es que no podemos dar un paso atrás”.

“Mientras enfrentamos una ola de creciente antisemitismo, mientras enfrentamos falsedades, mientras enfrentamos acusaciones, mientras perdemos amigos que creíamos que teníamos, tenemos que encontrar esta fuerza que tenemos en nuestra comunidad, en nuestro judaísmo y en las personas que nos rodean. Tomar aire y no dar un paso atrás. Seguir siendo judíos, seguir expresando nuestra identidad con orgullo, seguir defendiendo el Estado Israel, seguir diciéndonos orgullosamente sionistas. Porque más allá de lo que fue la tragedia del 7 de octubre, no vamos a dejar que nos masacre otra vez quitándonos nuestra identidad, quitando nuestras palabras, quitándonos nuestro orgullo, quitándonos nuestro sentido de pertenencia y quitándonos nuestra voz. Entonces, por eso es tan importante tener este espacio, de no solamente poder haber ido, sino poder volver y tener nuestras voces más fuertes, y seguir día a día defendiendo lo que tenemos que defender”, añadió.

Por su parte, Nemetsky destacó que “toda guerra es una tragedia en sí misma, pero hay que tener en claro el motivo. Tenemos 136 hermanos y hermanas en las garras de Hamás y hay que lograr su liberación, como sea. También hay que recuperar, para los habitantes de Israel, la sensación de seguridad perdida hace ya tres meses. La guerra duele, pero las motivaciones son más que justas”.

“A la juventud solo puedo convocarla para lo que vendrá luego de que las armas se silencien y las cicatrices empiecen a sanar. Estamos viviendo un momento ‘bisagra’ en la historia del Estado de Israel y de nuestro pueblo y necesitamos repensarnos. Las cosas no serán exactamente igual a lo que eran y es nuestro deber, cada uno en su contexto, aportar lo que sea necesario para que salgamos, de alguna manera, fortalecidos de todo esto. Y la juventud es fundamental en ese proceso”, reflexionó.

En ese sentido, Ariel Goldgewicht, que trabaja en la ZLA junto a Dikla Stanger y Esti Goldwasser, resaltó que “estas personas por lo general se dedican también a la Hasbará. Fue una delegación muy significativa, pero también cada uno recibió mucho, tanto de capacitación como experiencias, y ahora pueden hablar en primera persona. Cuando les pregunten qué es lo que pasó en Israel, ellos pueden decir, yo vi y yo sentí, yo fui. Pero también nuevamente fortalece la unión entre ellos, la hermandad, la amistad que se generó entre pares de distintas partes del mundo. Es algo que cuesta mucho comprender y explicar en este momento, pero que a largo plazo puede ser un cambio radical en la manera en que vemos la diáspora. Si de aquí a 10 años el proyecto sigue funcionando y estas personas siguen reuniéndose todos los años, se va a generar una especie de sociedad de líderes excepcionales, que no solo procuran por el bienestar de sus comunidades, sino que tienen a nivel mundial un equipo de dirigentes sobresalientes
de todas las comunidades del mundo. Es grandioso el proyecto”.

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