Itongadol.- «La preparación previa, la rápida aplicación de protocolos, la activación de los equipos y el trabajo en red con otras comunidades, son las claves de las respuestas de algunas de las kehilot ante los desafíos que trajo el COVID-19”, así se expresó Danilo Gelman, asesor en gestión de Crisis del Congreso Judío Latinoamericano, respecto a la reacción de varias comunidades en el país: “Con el apoyo y capacitación del CJL, las comunidades mejoran sus capacidades para hacer frente a sus necesidades a través de los equipos de gestión de crisis”, agrego Gelman.
Salta fue una de las primeras kehilot que organizó su respuesta. “Cuando empezó la pandemia decidimos activar el Plan de Crisis Comunitario que desarrollamos con el CJL. Esta situación nos encontró con el plan armado y las funciones de cada uno determinadas. Armamos grupos de psicólogos y médicos”, destacó Rodolfo Levin, presidente de la kehilá de Salta, quien agrega acerca de la importancia de haber preparado en estos planes previamente: “desde el año pasado trabajamos con el Congreso Judío en gestión de crisis, por medio de asesoramiento y capacitaciones que realizo Danilo Gelman, durante varios viajes que realizó a Salta”.
Además de capacitaciones, el CJL pone en contacto a los responsables de gestión crisis, profesionales de la salud y dirigentes de las comunidades en foros, charlas y grupos online. En este sentido, Javier Indelman, presidente de la kehilá de Rosario, destacó el valor de “estar muy en contacto con instituciones y organizaciones comunitarias para compartir experiencias, aprendizajes y también momentos y espacios de intercambio. Participamos en los tres foros que organiza el CJL: el de crisis, el de médicos y el de psicólogos. Allí se comparten información y distintos contenidos”
Gelman también contó que las comunidades tuvieron la posibilidad de intercambiar ideas y recibir las experiencias de profesionales de las comunidades de España, e Italia, países donde el ciclo de crisis estaba más adelantado que en Argentina, lo que permitió anticipar escenarios y respuestas de lo que sucedería en nuestras comunidades.
Otra de las kehilot que forman parte de esta red es la de Chaco. Su presidente Uri Jaraz cuenta que “armamos un grupo de médicos y oro de psicólogos con profesionales de la comunidad. Voluntarios realizan llamados a miembros de la comunidad, sobre todo los adultos mayores, para ver cómo están”. Jaraz también explica que la vida judía sigue desarrollándose, aunque con herramientas virtuales, tanto en lo religioso, los movimientos juveniles y las escuelas, lo que permitió organizar un operativo para repartir matzot antes de Pesaj.
Corrientes, Mendoza, Paraná y San Juan son otras de las kehilot que también articulan esfuerzos con 30 comunidades de la región por medio del Congreso Judío Latinoamericano. Esta red pone en contacto los esfuerzos y conocimientos de 700 profesionales, voluntarios y dirigentes para hacer frente a la crisis de COVID-19.