Por el Rab. Abraham Levy
Una persona llega muchas veces a la enfermedad a través del agotamiento. El agotamiento tiene que ver con tres fuerzas de miedos que la persona puede llegar a tener. Por ejemplo, si está haciendo algo, alguien lo trabe a hacer las cosas. También puede ser de otro nivel, miedo a que le pase algo, hasta miedo a la muerte. Y otro nivel es el miedo a que realmente no pueda razonar y pensar bien en lo que va a realizar. Estos tres miedos que entran adentro de la persona, pone a la persona en tensión de una forma tal, que la persona llega al agotamiento. Y el agotamiento no es por lo que está haciendo, sino por la situación que pasa dentro de él.
Esto produce que la persona tenga una confusión espiritual dentro de él. A consecuencia de eso, la persona empieza a estar ciego realmente y no puede definir la situación que tiene adelante. Este cansancio a través de estos miedos afecta especialmente a una de las fuerzas del alma, que es la fuerza de la constancia. Rompe la constancia de la persona, y eso que rompe la constancia de la persona, lo lleva a un caos. Porque no puede terminar de realizar todo lo que está haciendo.
La solución que podríamos tener, tiene que ver con una fuerza del alma que se llama Keter, que tiene dos niveles. En uno se encuentran los niveles de voluntad y emuná, fe de la persona. A través de activar su fuerza de fe, la persona puede desactivar sus miedos y salir del agotamiento. Esta activación de la fe tiene que ver con que la persona piense que toda situación que viene, viene del Creador. Entonces sabe que el Creador siempre le va a dar lo mejor, dentro de la situación que tiene, la persona va a entender que hay algo muy bueno para ella, y va a mirar en forma completamente distinta la situación que viene sobre ella.
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