Itongadol.- La alcaldesa de Amsterdam, Femke Halsema, ha prohibido una gran protesta a favor de Israel prevista para el jueves por la noche en la céntrica plaza Dam de la capital neerlandesa.
El portavoz de Halsema afirmó que la alcaldesa no puede garantizar la seguridad pública.
Desde el 7 de octubre de 2023 no se ha producido ningún acto de violencia por parte de pro israelíes en ninguna manifestación de Amsterdam. En cambio, las protestas antiisraelíes suelen acabar en enfrentamientos con la Policía.
En una manifestación anterior organizada por Cristianos por Israel para conmemorar el aniversario de la invasión de la organización terrorista palestina Hamás al sur de Israel, los manifestantes fueron atacados en la plaza Dam por violentos contramanifestantes pro palestinos.
La manifestación prevista para el jueves podría celebrarse si los organizadores se ponen de acuerdo sobre un lugar diferente, pero el líder de Cristianos por Israel, Roger van Oordt, se ha negado hasta ahora a hacerlo. Van Oordt destaca el importante «valor simbólico» de la plaza central donde se encuentra el Monumento Nacional.
Van Oordt ha amenazado con demandar a la alcaldesa por su negativa a permitir que se lleve a cabo la protesta. Manifestantes antiisraelíes se manifiestan semanalmente en la plaza Dam.
Naomi Mestrum, directora del grupo de presión pro israelí CIDI, dijo al periódico holandés De Telegraaf: “A la alcaldesa Halsema nunca le ha importado la seguridad”.
En las noches del 7 y 8 de noviembre, violentas pandillas callejeras pro palestinas atacaron a partidarios de Maccabi Tel Aviv y otras personas, pidiendo en las redes sociales una “caza de judíos”. Algunos políticos lo calificaron de “pogrom”.
Mestrum dijo a De Telegraaf que se pregunta cómo garantizará la alcaldesa la seguridad pública en cualquier otro lugar.
Después de que la comunidad judía afirmara en los últimos meses que la alcaldesa estaba permitiendo manifestaciones salvajes contra Israel y los judíos, funcionarios de la misma le atribuyeron toda la responsabilidad por la falta de preparación del municipio y la Policía ante el incidente en el que jóvenes musulmanes atacaron a decenas de israelíes y los persiguieron por las calles de la ciudad inmediatamente después del partido de fútbol entre Maccabi y Ajax sin una respuesta satisfactoria de las autoridades.
La alcaldesa se dio cuenta en algún momento de la noche de que se trataba de un hecho inusual e intentó llamar al primer ministro, Dick Schoof, a las 3 de la mañana, pero llamó a un teléfono equivocado.
El jefe del gobierno neerlandés tiene dos teléfonos, uno para el trabajo y el otro es privado. Cuando el viernes en la madrugada, en medio de los disturbios, la alcaldesa intentó informarle al primer ministro sobre el inusual suceso, llamó a su teléfono personal, que estaba en modo «silencioso», en lugar del teléfono del trabajo, que siempre está disponible.
Según el servicio de inteligencia gubernamental, el primer ministro neerlandés recién recibió información sobre el incidente a las 5.30 hs., mientras estaba en Budapest para una cumbre de la Unión Europea.
Según un informe del sitio web holandés RTL, resulta que la noche de los disturbios hubo contacto directo entre la alcaldesa y el embajador de Israel en los Países Bajos, Modi Ephraim a las 1.30 y a las 2.45 hs. El embajador fue quien se contactó para tratar de tomar el control del evento. Después de las conversaciones, Halsema habló con el ministro de Justicia y Seguridad de los Países Bajos, David van Weel, pero la intervención del ministro tampoco ayudó a controlar el incidente.