Itongadol/AJN.- A once días del 25º aniversario del atentado a la AMIA y a más de 27 años del ataque a la Embajada de Israel en la Argentina, el Estado Plurinacional de Bolivia decidió renovar sus votos de amistad con la República Islámica de Irán, cuyo régimen fue sindicado como el autor de ambos actos terroristas contra su vecina.
La nueva embajadora en Teherán, Romina Pérez Ramos, se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif (ambos en la foto), y le presentó copias de sus cartas credenciales, paso previo a la aceptación formal de su designación en ese país.
También conversaron sobre la importancia de ampliar las relaciones políticas y económicas bilaterales y sus convergentes posiciones en organismos internacionales.
Los vínculos entre la Argentina y Bolivia tuvieron un pico de tensión en junio de 2011, aun cuando en el primero gobernaba el kirchnerismo, ideológicamente cercano al presidente Evo Morales, quien recibió con honores al entonces ministro de Defensa persa Ahmad Vahidi y luego fingió su expulsión en lugar de cumplir con la orden de captura internacional que pesa en su contra por su presunta responsabilidad ideológica en el atentado a la AMIA.
Mucho más recientemente, el año pasado, «el Ejército boliviano expresó su interés en la cooperación técnica y militar, proyectos de vivienda para las Fuerzas Armadas y programas de capacitación», contó el jefe militar iraní, Mohammad Hossein Baqeri, tras su reunión con su par Yamil Borda, en Teherán.
«Llevo el mensaje de amistad en nombre del gobierno y el pueblo bolivianos», destacó este último, que también se encontró con el ministro de Defensa, Amir Hatami, y otros oficiales militares.